Dos helicópteros, una maqueta de avión, dos drones y un stand con diverso material de la Unidad Aérea de la Guardia Civil estarán expuestos al público hasta este domingo en la explanada de la Junta en León con motivo de la celebración del 50 aniversario de la creación de este servicio y con el objetivo de “abrirse a la ciudadanía” y que su labor se conozca mejor. Así lo señaló el jefe del servicio aéreo de la Guardia Civil, el coronel José Miguel García, que explicó que desde sus inicios el servicio aéreo "se ha ido extendiendo, ha ido creciendo y abarcando más especialidades y más servicios, pudiéndose decir hoy en día que no existe servicio de la Guardia Civil en el que no esté presente un medio aéreo, ya sea un helicóptero, un avión o un dron".
Pese a empezar a funcionar en 1973 a nivel nacional, donde hoy cuentan con una flota de 40 helicópteros de diversas marcas y modelos, tres aviones y más de 400 drones, a León la unidad llegó más tarde, en 1991, y dispone de una plantilla de doce personas: siete pilotos, cuatro mecánicos y un componente de Plana Mayor con funciones administrativas. Acumulan más de 16.000 horas de vuelo y prestan servicio en la actualidad en las provincias de León, Zamora, Salamanca, Valladolid y Palencia, donde colaboran en la búsqueda de desparecidos, la protección y conservación del medio ambiente o la lucha contra el furtivismo pero, sobre todo, en rescates y evacuaciones en la montaña, principalmente en los Picos de Europa, donde tuvo lugar en 2014 el último accidente mortal que ha sufrido la unidad. "Por desgracia la Unidad Aérea de León ha pagado un precio muy alto desde su creación, que ha sido la pérdida de cinco de sus componentes y un miembro del Greim en dos accidentes aéreos ocurridos en noviembre de 1992 y agosto de 2014", afirmó José Miguel García.
Con el objetivo, precisamente, de realizar de forma más segura estos rescates y evacuaciones, la Unidad Aérea de León confía en poder contar con un nuevo helicóptero “en breve, antes de mediados del próximo año” que incluya una grúa que no tiene el actual que facilite su actuación. "El nuevo helicóptero lo que nos permitiría es no tener que aproximarnos tanto a la montaña para dejar al equipo de rescate o recoger al herido. El no disponer de grúa obliga a que el equipo de rescate se tenga que acercar mucho, dejando el rotor en muchas ocasiones muy cerca de la pared y haciendo que cualquier racha de viento o desprendimiento de roca pueda resultar fatal", dijo.