El consejero de Economía y Hacienda y portavoz, Carlos Fernández Carriedo, señaló este jueves que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están asesorando a la Consejería de Educación en el caso de la difusión de imágenes de niñas desnudas generadas a través de Inteligencia Artificial (IA), alumnas del Instituto Obispo Argüelles de Villablino, “para no perjudicar a la investigación”.
Cabe recordar que los progenitores de cuatro menores de edad denunciaron este hecho delictivo ante el puesto de la Guardia Civil de la localidad lacianiega y se ha abierto la correspondiente investigación para aclarar los hechos lo antes posible. Así, en el marco de la competencia educativa de la Junta y de protección de menores, Carriedo expuso que se trata de una “situación desagradable que debe ser perseguida por todos los medios”.
Sin embargo, la Junta ha abierto su propia investigación a través de la comisión creada a estos efectos, si bien admitió que “es difícil identificar si la actividad delictiva está realizada en el ámbito académico o no, más allá de que sean alumnos”. “No tenemos los medios y capacidades para investigar que sí puede tener la Justicia o la Guardia Civil, porque no podemos intervenir teléfonos, acudir a esas fuentes y tomar declaraciones”, expresó Carriedo, quien mostró su confianza en la Justicia y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. En todo caso, matizó que “si el caso tuviera competencia académica y protección de menores la Junta seguiría los cauces que determinen los servicios propios o porque lo pidiera la Fiscalía de Menores”.
Por el momento, dijo, las familias no han requerido la intervención del servicio de menores. “Esperemos que se resuelva y se identifique a los culpables”, deseó el consejero portavoz, quien descartó una “medida educativa que pueda perjudicar a las víctimas”, pero tampoco, “sin pruebas, se puede castigar a nadie” si la investigación está abierta.
Precisamente, dijo, es el motivo por el que mantienen “contacto permanente” con la Guardia Civil, para encontrar asesoramiento en la benemérita, por si el hecho de separarlos puede ser útil, ayuda a la investigación o la pone en riesgo, porque la vida sigue fuera del aula”. “Tenemos que ser prudentes y escucharles para tomar la mejor decisión a este respecto”, reflexionó.