El Cibersecurity Summer BootCamp organizado por el Incibe en León ha posibilitado que expertos de empresas, la judicatura y Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad delEstado explicaran en varios seminarios y talleres algunos de los puntos más importantes en las investigaciones cuando se comete un delito en el que prácticamente siempre puede haber un dispositivo implicado. Por eso la presencia del comandante de la Guardia Civil y jefe de Tecnologías de Delitos Telemáticos de la Unidad Central Operativa (UCO), César Lorenzana, fuera tan importante para completar la formación de los asistentes a esta iniciativa desarrollada en la capital.
– ¿En qué consiste su trabajo?
– A día de hoy mi responsabilidad es el grupo de desarrollo e innovación, ahí nuestro papel es apoyar las investigaciones y dar soluciones tecnológicas a los problemas que aparecen. Durante todo el proceso de investigación hay una parte que es tecnológica como tal, como es recuperar información de internet, poder enlazar identidades… Y ese trabajo lo hacemos de forma manual o con herramientas automatizadas. Una parte importante es extraer la información que hay ahí y presentarla de forma sencilla para el investigador.
– ¿Cada vez tienen más trabajo?
– Sí, porque internet ha llegado a todos los aspectos de la vida. No solo es un nicho de investigación específico de los que investigamos cibercrimen, sino que está en cualquier investigación criminal, ya sea por fraudes económicos, secuestros u homicidios. Nuestros investigadores se desenvuelven muy bien en el mundo físico, porque llevan 40 años haciéndolo, pero en el mundo online les resulta un poco más complicado, así que estamos ahí para echarles una mano.
– ¿Cómo es la relación entre el trabajo tradicional y el digital?
– La filosofía no es muy diferente, cuando se presenta un caso, analizamos toda la información potencial disponible, extraemos una serie de hipótesis y la investigación consiste en confirmarla o descartarla.
– ¿Hasta qué punto sirven las investigaciones en los juicios?
– Cuando empecé en esto hace 12 años sí que había un desfase entre lo que permitía la tecnología y lo que la Ley de Enjuiciamento Criminal amparaba. Esa distancia se ha ido recortando a lo largo de los años. Con las últimas modificaciones del Código Penal. Lógicamente nunca la ley y la tecnología van a estar a la par, porque al regulador le es imposible seguirla.
– ¿Qué aspectos faltan en las leyes españolas?
– No echo en falta nada. Las leyes están hechas para interpretarlas pero la tecnología no, solo son unos y ceros. Uno de los retos que plantea internet a la hora de investigar es que el espacio en el que nos movemos no está ceñido a un país, cuando estás interactuando con la red estás saliendo de España. De poco vale que España tenga una regulación muy buena si el resto de países no la tienen. Si quiero recabar evidencias que están en Francia, puedo hacerlo desde España tranquilamente, pero dependiendo del país, puede entender que es una injerencia en su territorio.
– ¿Y esto lo encuentran en su día a día?
– Sí, por ejemplo en el espacio europeo está muy superado. Prácticamente un juez español puede ordenar a un operador francés o polaco una serie de instrucciones que tiene que cumplir, y nosotros tenemos mucho contacto con nuestros homólogos.
– ¿Hasta qué punto son un peligro países como China o Rusia?
– Desde el punto de vista de la investigación, peligro ninguno, son barreras que nos encontramos. Tienen una tradición y cultura diferente y no pertenecen a la UE, donde las limitaciones prácticamente han desaparecido, o con otros países con los que hay más vínculos, como los de Latinoamérica. Al final esa colaboración no es que sea mejorable, es la que es, pero en todos los ámbitos de la vida. En cuanto a las atribuciones, no es tan fácil, porque con la información que tienes no se circunscriben a estados, solo ves números y ceros. Y es muy fácil hacer una atribución de falsa bandera, es decir, hacer que parezca un país cuando realmente es otro. Por ejemplo si quiero atacar tu periódico, en vez de hacerlo con máquinas ubicadas en España, lo hago con las ubicadas en China o Rusia, que son muy fáciles porque internet tiene esa transnacionalidad. Pero tienes que ir allí y ver quiénes manejan esas máquinas.
– ¿Es fácil que las empresas tecnológicas colaboren?
– Hay muchos bulos sobre que Facebook o Google no comparten información, pero es todo lo contrario. Siendo honestos, hacen más de lo que deberían hacer, porque aunque estemos en España, están en EEUU, y se rigen por la regulación americana, que distingue dos ámbitos muy diferenciados, el de la privacidad, que para ellos no está especialmente protegida por lo que cualquier agencia estatal o policial que le pide información se la puede dar sin problema y sin órdenes judiciales, y la esfera de las comunicaciones, que está protegida igual que en España. Para que Facebook, Google o Apple entreguen esta información, tiene que haber una orden de un juez americano que las requiera. Si nosotros lo pedimos desde España, si es sobre comunicaciones no tienen por qué dárnosla. Sin embargo, nos la dan, pidiendo los requerimientos desde nuestro país.
"Hay muchos bulos sobre que Facebook o Google no comparten información"
Entrevista a César Lorenzana, jefe de Delitos Telemáticos de la UCO
29/07/2019
Actualizado a
18/09/2019
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