"Hay que crear condiciones para atraer a las personas"

Mikel, el presidente de la Junta Vecinal de Valcuende, ha tenido que irse a lo alto del pueblo, allado del cementerio, para «pillar cobertura» y poder hablar por teléfono, muy cerca de donde unas horas antes algunos miembros la Asociación Leonesa de Astrología «nos alucinaron con la observación de los astros, mereció la pena el frío que pelamos, que la noche se puso fría pero allí estuvimos hasta la una de la mañana».

En mitad de la calle, al lado de las antiguas escuelas que hoy son casa del pueblo, el agricultor ecológico Juan Carlos Sancho charla con cuatro o cinco personas, planta en mano, sobre micorrizas y bacterias del suelo; muy cerca Javier, uno de los vecinos de Valcuende, pasa con sus botas de goma camino del huerto tradicional.

Son las dos caras de Valcuende, el pequeño pueblo de la montaña leonesa, que estos días acoge un gran encuentro, cuatro intensos días para analizar la gestióndel territorio en 2023, con grandes expertos en diversos temas pues, señala Mikel, «una de las finalidades del encuentro también es demostrar que en lugares como Valcuende somos capaces de ofrecer marcos apropiados para este tipo de citas, congresos, etc».

- ¿Pero, ¿cuántos vecinos sois en Valcuende?
- Uno y medio; dice con una sonrisa el presidente de la Junta Vecinal, organizadora del encuentro, que hace una década abandonó la docencia y se vino a vivir a este pueblo del municipio de Valderrueda.

En invierno somos un vecino o dos, después vienen de fin de semana, a los huertos, en vacaciones... por eso queremos mostrar que Valcuende es un lugar de oportunidadesEse uno y medio es una ‘metáfora’ de la realidad: «Durante todo el año somos un vecino o dos, los fines de semana aparece gente, hijos del pueblo, a partir de San Juan algunos se quedan, otros tienen huertos y vienen a verlos y cuidarlos; hay desde hace unos meses una casa rural abierta que funciona bastante bien...

- ¿Y aquel matrimonio joven (Víctor y Viviana) que fue noticia nacional hace tres años pues habían tenido un niño, el primero que nacía en Valcuende después de 64 años?
- Siguen vinculados al pueblo pero con la realidad que nos toca vivir. Tienen ganado aquí y en Calaveras, Víctor viene prácticamente todos los días pero las necesidades de los niños (tuvieron otro después) hace que hagan más vida en Guardo, donde tienen acceso a todo lo que necesitan.

Señala Mikel la importancia en estos lugares de cada vecino pues, «por ejemplo, hace unos meses falleció Carmina, que era una mujer preocupada por su pueblo y era un poco la que llevaba muchos de los asuntos corrientes. Cada vecino somos una historia».

Estas jornadas son el broche final a cuatro años de trabajo en una dirección, trabajando en ideas innovadoras y de vanguardia; queremos acercar herramientas de gestiónY para que un sitio como Valcuende —y otros muchos pueblos en condiciones parecidas por esta montaña oriental y toda la montaña leonesa— pueda ser un lugar con oportunidades para quien quiera asentarse en el medio rural, en plena naturaleza, estas jornadas van haciendo pasar modelos de gestión «basados en la realidad, en ejemplos concretos, y con una mirada clara sobre la realidad que vivimos y una atención especial a problemas como el del agua y el cambio climático, al que no somos ajenos, la gente se equivoca si cree que por vivir en un rincón en plena naturaleza, como puede ser Valcuende u otros parecidos, viven en una burbuja, ajenos a los problemas del resto del mundo; ¿o es que nonos afectan los precios de los insumos, por poner un ejemplo», explica MikelGómez, quien señala que «estas jornadas son como el broche final al trabajo de cuatro años de legislatura, de una apuesta por crear condiciones para traer y atraer personas, por la formación, con participación en proyectos de investigación... es una actividad potente para poner sobre la mesa herramientas de gestión y concienciar sobre asuntos preocupantes, como el clima, el agua... siempre sobre ideas innovadoras, de vanguardia».



Y les ha sorprendido la respuesta. «Comenzó un poco más bajo el jueves pues era una día laborable y eso se nota, pero a partir del viernes nos ha desbordado, nos faltaban sillas en la escuela, y esperamos aún más este domingo en el que hay una clausura con jornada como de puertas abiertas, mercadillo, cuentacuentos, música con Gritsanda...».

Es el fruto de un trabajo serio y muy concienzudo en el que tiene especial relevancia la presencia de Marta Enríquez, ambientóloga burgalesa, licenciada en Ciencias Ambientales en la Universidad de León y también organizadora de eventos. «A través de un amigo común, el permacultor Jonás Dallador, Mikel contactó conmigo y la idea me sedujo a la primera. Nos pusimos a trabajar, yo me desplacé a Valcuende, donde llevo dos meses ‘a pico y pala’ contactando con gente, organizando, cerrando historias, preparando... y me parece que el resultado es casi mejor del esperado, pero el que nos hemos currado».

Y así desde el jueves las calles de Valcuende están mucho menos vacías y junto a los gatos habituales puedes encontrar a un grupo que charla sobre las micorrizas con un agricultor ecológico y escucha el naturalista y técnico medioambiental David Torralba, que unos minutos más tarde va a hablar sobre «historias del estiércol»; la realidad del cambio climático la explicó Jesús María Veci y de lo escasa y mal aprovechada que está el agua habló el promotor de Fuentes de Boñar, Lorenzo Calvo... por comenzar por dos de los problemas más presentes.

Pero por ‘la escuela’ y las calles han ido pasando expertos, colectivos, modelos de gestión y trabajo; proyectos de energías renovables, iniciativas singulares... y hasta la propia Junta Vecinal aportó ponencias como la dedicada al ‘Catálogo de robles de la Majada de Valcuende’.

El pueblo con más ideas que vecinos.