En un contexto económico como el actual en el que los precios no cesan su subida, los adultos con empleos precarios o sin trabajo, los más vulnerables, son los que más sufren las consecuencias. Los niños que tienen a su cargo, por lo tanto, entran en muchas ocasiones en riesgo de exclusión. Casos que en la provincia de León alcanzan el 29,5 por ciento de los niños y niñas menores de 18 años. Un dato similar aunque ligeramente inferior al de la media nacional, que se sitúa en el 30,2 por ciento.
Así se desprende de un informe publicado recientemente por la consultora española ‘AIS Group’ que deja ver que en la provincia de León tres de cada diez niños y niñas viven por debajo de la dignidad mínima acordada por el Gobierno de España. Este porcentaje de población infantil y juvenil incluye a los residentes de menores de 18 años en hogares en los que los ingresos están por debajo del umbral de la pobreza.
Según las directrices de la Unión Europea, las personas que se encuentran en riesgo de pobreza y exclusión social son aquellas que están «gravemente desfavorecidas material y socialmente o que viven en un hogar con una intensidad laboral muy baja». En España, el Gobierno actualizó en 2022 el umbral de pobreza y se sitúa desde entonces en los 10.088 euros de renta en los hogares unipersonales, mientras que sube a los 21.185 euros de ingresos anuales en el caso de las familias formadas por dos adultos y al menos dos menores.
Estos indicadores se construyen en base a información de múltiples fuentes tanto públicas como privadas, entre las que se cuentan el INE, el catastro, el Sepe o el Atlas de la Renta y que se traducen en una segmentación de las familias españolas en tipologías a partir de sus rasgos sociodemográficos y económicos, sus gastos e ingresos.
Diferencia por territorios
Por municipios, según los últimos datos referentes al 2021 del Alto Comisionado para la Pobreza Infantil del Gobierno de España, hay una gran diferencia que se agrava en municipios rurales. Así, los peores datos se registran en Castrocontrigo (74,1 por ciento), San Emiliano (69,7 por ciento), Lucillo (66,7 por ciento), Gordoncillo (63,3 por ciento), Toral de los Guzmanes (61,5 por ciento) y Valdepiélago (61,1 por ciento).
En León capital, difiere notablemente la cifra en función de los distritos. Si bien en el centro la tasa de riesgo de pobreza infantil se sitúa en un 17,6 por ciento, en Armunia–Oteruelo se dispara hasta el 58,9 por ciento. Seis de cada 10 niños leoneses en esta zona de la periferia leonesa está, por lo tanto, en riesgo de exclusión social.
Castilla y León obtiene una posición media en el informe en relación a los datos generales de España, ya que su ratio asciende al 28,2 por ciento, un registro ligeramente inferior a la media nacional. De la comunidad, Valladolid y Burgos son las que presentan las tasas más bajas con un 24,2 por ciento y 24,4 por ciento, respectivamente. Por el contrario, la cuarta peor de la comunidad es León (29,5 por ciento), en un ránking de provincias con mayor riesgo de pobreza infantil que lideran Ávila (35,9 por ciento) Zamora (32,8 por ciento) y Salamanca (31,3 por ciento).
El responsable de ‘Big Data y Analytics de AIS’, Germán Sánchez, sostuvo que a nivel territorial, el mapa muestra una «gran barrera norte-sur». Así, las comunidades con mayor población infantil en riesgo se encuentran en la parte meridional del país». Tras Extremadura, que tiene los peores datos, las comunidades con mayor porcentaje de menores en riesgo de pobreza son Andalucía (38,5), Murcia (36,8), Castilla-La Mancha (34,9) y Canarias (34,2).
Ludotecas inclusivas de Cáritas
«La transmisión generacional de la pobreza y de la exclusión social es una realidad», asegura Aurora Baza, directora de Cáritas Diocesana de León desde hace tres meses, que explicó a este periódico que la principal labor que realizan para paliar los efectos de la pobreza infantil es acogerlos en ludotecas inclusivas. «Ofrecemos a los niños apoyo escolar y les damos la merienda, al tiempo que ayudamos en la conciliación familiar, porque mientras, los padres puedan estudiar o sacarse un curso formativo», añadió, con vistas a futuro de una mejora en la renta familiar.
Las ludotecas que tiene actualmente la entidad diocesana son tres y se encuentran en las parroquias de San José de las Ventas, la Anunciación y San Francisco de la Vega. A ellas acudieron en 2022 hasta 56 niños y niñas en riesgo, de nacionalidades diferentes, y gracias al trabajo de unos 40 voluntarios.
«El año pasado, Cáritas atendió a más de 4.000 familias y de ellas, el 41 por ciento tenían menores a su cargo», añadió Aurora Baza. Un 14 por ciento, además, eran madres solteras, algo que «aumenta el riesgo de exclusión», razonó. «La pobreza en el hogar daña también la calidad de las relaciones y se duplica el número de hogares con problemas de convivencia, lo que afecta de forma especial a los menores», concluyó la responsable de la entidad social.