Alrededor de cuarenta sedes se suman a la leonesa en esta Red Madre; una iniciativa que sigue «la idea de Benigno Blanco de crear una red solidaria para ayudar a la mujer en riesgo de vulnerabilidad». Así lo indican desde la entidad, cuya sede en León cuenta con una junta directiva compuesta por diez personas y aproximadamente quince voluntarios activos.
Julia Martín ocupa el cargo de presidenta en la central leonesa desde hace menos de un año, aunque la asociación se remonta al año 2007, un año antes de su establecimiento definitivo en la capital provincial. «Red Madre es una asociación aconfesional y sin ánimo de lucro que no pertenece a ningún partido político», explica Martín: «Lo que hacemos es ayudar y apoyar a las madres que tienen un embarazo imprevisto; ayudamos todo lo posible a las que quieran tener el niño, pero a la que no quiera tenerlo y, por cualquier circunstancia, quiera abortar, también».
La presidenta, antigua enfermera de profesión, hace hincapié en la necesidad y labor de la membresía voluntaria para hacer funcionar a la asociación. «Son el alma de Red Madre», cuenta sobre los voluntarios y, aunque confiesa que «en León, no es fácil conseguirlos», afirma sentirse «muy orgullosa de ellos» y esboza brevemente un perfil: «Casi todo son madres y profesoras en su mayoría, aunque también hay psicólogas y creo que una ginecóloga; además, tenemos una asesoría jurídica para que ellas se vayan preparando».
"Yo no obligo ni convenzo a nadie; son ellas las que nos llaman si tienen problemas y quieren tener al bebé"
Entre las pretensiones de Red Madre, la presidenta de la sede leonesa destaca sus labores de «apoyo», sobre todo, «para aclararlas un poco si tienen dudas». «Desde la libertad, la mujer puede hacer lo que quiera», añade: «Yo no obligo a nadie ni convenzo a nadie; son ellas las que llaman si tienen problemas y quieren tener ese hijo, ese bebé: la idea es ayudar a cualquier mujer embarazada y vulnerable o en riesgo de vulnerabilidad». En sus alrededor de ocho meses al mando en León, la presidenta cifra el número de mujeres con las que ha trabajado en «unas cuarenta o cincuenta» y sin una franja de edad demasiado limitada. La asociación ha prestado sus servicios durante el proceso de embarazo y una vez producido el alumbramiento, con la colaboración de otras entidades como Cáritas, de la que Martín afirma: «Nos ha dado muchas cosas, como leche, juguetes o peluches».
En la actualidad, con Martín todavía haciéndose al puesto de presidenta, dedican su tiempo a la formación de voluntarios. «La idea que tengo es que las madres a las que ayudamos, una vez tengan el hijo y las ayudemos durante los dos primeros años de la vida con el niño, que ellas mismas ofrezcan charlas a otras madres para que se puedan integrar en la sociedad porque hay gente muy desvalida que se encuentra sola porque los padres no la apoyan o porque el novio se esfuma», comenta: «Entonces ellas vienen, la verdad, en un estado de ánimo bastante deplorable, en situaciones de vulnerabilidad total». Entre sus planes para el fúturo próximo, distinguen un «cocido solidario».
"Queremos que ellas se comprometan con nosotros y hacer charlas para acoger a madres que estén solas"
«Ayudamos a todas las mujeres que nos llaman y no preguntamos de dónde son ni cómo», continúa Martín: «Sólo pedimos, claro, un registro, unos papeles, porque dependemos de socios y no hay mucho dinero». Bajo el lema «nunca estarás sola», la presidenta refiere alguna de sus formas de acompañar: «Tenemos una canastilla y damos una mochila que nos mandan desde Madrid y está preparada para que la mujer, por ejemplo, a los siete meses, que ya puede dar a luz perfectamente, esté preparada». También habla de una «mediación familiar y una mediación en el colegio para evitar casos de bullying» por embarazo.
Su sede en la capital provincial es una pequeña sala que alquilan en la parroquia de Nuestra Señora del Rosario, localizada en el número trece de la calle Defensores de la Paz. «Estamos en una iglesia que es toda nueva y las instalaciones están muy bien», describe: «Hay un almacén por debajo y una guardería nos ha donado juguetes y demás».Martín considera la suya una «labor muy bonita» y, sobre sus objetivos como presidenta de Red Madre en León, es clara: «Queremos que ellas -las mujeres embarazadas- se comprometan con nosotros; no sólo dar pañales y leche, sino que sean como una familia y que hagamos charlas para acoger a otras madres que estén solas».