Igüeña rinde homenaje al que fuera su alcalde, Laudino García

Una muestra de agradecimiento es lo que, según el alcalde de Igüeña, Alider Presa, quiere expresa el pueblo y sus ocho pedanías al que ostentara ese cargo en el municipio durante 28 años, Laudino García, fallecido el pasado 14 de febrero, tras desplomarse repentinamente en una calle del pueblo en el que vivía, Tremor de Arriba, y en el que se centrará el homenaje del domingo, a partir de las 12,30 horas. García fue el primer regidor que la democracia puso en Igüeña, cargo que dejó en 2007.

De raíces políticas en el Partido Comunista, que luego iría encajando en el PSOE, García fue sumando amistades desde todos los frentes por su carácter afable y su identidad minera. De hecho era jubilado minero y muy activista en la lucha por ese sector.  García encabezó la que fuera Asociación regional de municipios mineros, Armi, y llegó a ser vicepresidente de Euroacom. El homenajeado fue también diputado  entre 1999 y 2003 y portavoz de grupo en el Consejo Comarcal.

En sus últimos años de vida compartía su tiempo entre Tremor de Arriba y Argentina, país al que le unían lazos por la procedencia de su esposa. Hacía un mes que Laudino García había sido operado de una dolencia cardíaca cuando falleció. Desde entonces, Igüeña siempre ha tenido en mente realizar un homenaje a García, al que nombrará Alcalde de Honor e Hijo predilecto del municipio como parte del aplauso vecinal.

El homenaje del domingo tendrá tres partes que comenzarán con un recuerdo al fallecido, con la intervención de compañeros, representantes municipales y amigos. Después se colocará una placa en su memoria en la plaza de Tremor de Arriba y se pondrá nombre a una de sus calles. Además, se repartirá entre los asistentes un número especial de la revista municipal Aguzo, dedicado al alcalde que hiciera posible esta publicación en el año 1985. Bajo el título de ‘Tributo a Laudino’, las páginas de esta publicación nos acercan al homenajeado desde todos los frentes de su vida. Políticos como Eduardo Fernández o Graciliano Palomo, además de escritores y amigos como Miguel Ángel Varela, José Antonio Rodríguez, Luis Cerezales, Carlos Suárez, Ricardo López y Ricardo González Saavedra inmortalizan este homenaje a Laudino.