Del incendio que dio paso a la plaza Mayor en 1654 a la reforma de principios de siglo

Tres años después de aquel primer incendio se iniciaban las obras de la plaza Mayor, que se dio por terminada en 1677

27/05/2024
 Actualizado a 27/05/2024
Así era la plaza Mayor antes de la obra de principios de siglo. | MAURICIO PEÑA
Así era la plaza Mayor antes de la obra de principios de siglo. | MAURICIO PEÑA

La plaza Mayor –que afronta una nueva remodelación integral tras poco más de dos décadas desde la anterior– tiene su origen en un incendio que se produjo el 14 de febrero de 1654 que destruyó una docena de inmuebles que se encontraban en esa zona. Había además dos pequeñas plazoletas encadenadas: la entonces llamada de San Martín o de Santo Martino y un recinto porticado denominado plaza Vieja. También se encontraban en este entorno las calles Rodezneros y Escuderos que –al igual que la mayoría de las del barrio– tenían nombres alusivos a los oficios artesanos que albergaron en su momento. Se buscó tras el incendio un espacio específico que sirviera para condensador de la actividad mercantil, que se llevaba a cabo por las citadas plazoletas y otras como la del Pan, la Picota, Carnicerías y Tiendas o Don Gutierre. Ya más apartadas y con carácter ferial estaban también las plazas del Grano (o del Mercado) y Rollo de Santa Ana.

Así se desprende de la memoria técnica que los técnicos del Ayuntamiento de León han elaborado para articular la inminente obra de la plaza Mayor. Tres años después de aquel primer incendio se iniciaban las obras de la plaza Mayor, que se dio por terminada en 1677, tal y como se deduce de la inscripción que figura en la fachada del edificio Mirador de Concejo. Y decimos primer incendio porque más adelante, ya en el año en 1695, se produjo otro en la zona que exigió la realización de nuevas obras.

Catas arqueológicas previas a la construcción del parking. | MAURICIO PEÑA
Catas arqueológicas previas a la construcción del parking. | MAURICIO PEÑA

La memoria técnica explica que la plaza se concibió como un espacio basado en una «regularidad geométrica» que sirviese como contrapunto a la «tupida, abigarrada y accidentada trama urbana medieval» que se observa en el resto del barrio y que está compuesta de calles «estrechas y torcidas, además de un mosaico parcelario de piezas pequeñas e irregulares». El documento establece además que la plaza Mayor de León se debe fundamentalmente al trasmerano Francisco de la Lastra, que dejó aquí una obra «sobria, bien compuesta y proporcionada a la escala de la ciudad».

Fue a finales del pasado siglo cuando se diseñó la remodelación que alumbró la plaza Mayor de la Constitución Española que vemos en la actualidad y que había adquirido tal apellido en 1978, a iniciativa del concejal del CDS Maximino Cañón y con el beneplácito del entonces alcalde, Juan Morano.

La remodelación se iauguró en diciembre de 2001 después de que se hubiese construido el aparcamiento subterráneo. La diferencia de cotas entre los dos lados de la muralla permitió ubicar el acceso de vehículos en un lugar discreto, evitando la irrupción de una rampa en el centro de una plaza que pronto dará un nuevo giro a su historia.

Inauguración de la plaza Mayor en diciembre del año 2001. | MAURICIO PEÑA
Inauguración de la plaza Mayor en diciembre del año 2001. | MAURICIO PEÑA

 

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