Los juguetes conectados “pueden presentar riesgos de privacidad, recopilación de datos o accesos no autorizados” y, con el objetivo de evitarlos y proteger al menor y su entorno, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) ha elaborado un “estudio pionero” que responde a las exigencias del reglamento de ciberresiliencia de la Unión Europea y cuyos principales resultados se dieron a conocer este viernes.
El ministro de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, aseguró que para confeccionarlo 26 juguetes fueron sometidos a 364 pruebas técnicas de las que se han extraído las siguientes conclusiones: “la mayoría de los juguetes han superado el umbral del 50 por ciento de pruebas favorables, pero una de cada cinco, el 23 por ciento, ha resultado desfavorable, lo que indica que alguno de los juguetes podría ser blanco de ciberataques”, explicó el ministro. A esto se añade que “una de cada cuatro pruebas ha resultado inconclusa”, lo que evidencia, en su opinión, “la necesidad de una mayor colaboración entre fabricantes, laboratorios y entidades evaluadoras”.
Durante la presentación, en la que se llevó a cabo una demostración de cómo se puede llegar a hackear un juguete teledirigido y utilizarlo para llegar a otros dispositivos del hogar, el ministro insistió en que “cuanto mejor conozcamos los juguetes de nuestros hijos e hijas, mejor les protegeremos” y en que el valor del estudio “reside en su capacidad de prevención”, para lo que ofreció una serie de recomendaciones para usuarios y familias y también para fabricantes y distribuidores.
A los primeros les aconsejó “cambiar las contraseñas predeterminadas, usar siempre redes wifi de confianza, actualizar el software de los dispositivos, apagar los juguetes cuando no se usan, tapar y orientar la cámara cuando no se utilicen y comprobar si el juguete tiene certificaciones de seguridad o revisar las políticas de privacidad”. Y para los segundos, “deshabilitar servicios o protocolos innecesarios para minimizar vectores de ataque, detallar funciones de control parental para evitar un uso indebido e inseguro del dispositivo, implementar técnicas de desarrollo de software seguro, proporcionar herramientas para que los usuarios puedan revisar, modificar o eliminar sus datos fácilmente, obtener certificaciones reconocidas que validen el cumplimiento de estándares internacionales en ciberseguridad o diseñar manuales, guías de usuario y configuraciones de privacidad o seguridad que sean fáciles de entender para usuarios no técnicos”.
Por último, Óscar López puso en valor la labor “ejemplar” del Incibe y también la de su teléfono de atención, el 017, para resolver dudas y problemas en materia de ciberseguridad. “Es importante que la ciudadanía conozca que tiene a su disposición el 017, un número de teléfono que atiende el Incibe de lunes a domingo de 8:00 a 23:00 horas y en el que se puede “consultar cualquier duda sobre juguetes conectados y también sobre cualquier otra cuestión relacionada con la seguridad en internet. Son miles las llamadas que atiende todos los años el 017”, dijo.
A esto añadió que “León se posiciona hoy como polo de referencia internacional en la protección del menor” y que, “con las navidades a la vuelta de la esquina, este estudio va a ayudar a fabricantes y a familiares a proteger con mayor eficacia a los menores”.