iRiego New Generation está redefiniendo el camino hacia un futuro agrícola más sostenible y humano. Esta empresa, surgida hace doce años del empeño emprendedor de cinco personas del ámbito rural, se ha convertido en líder en la revolución del riego agrícola en España, integrando la tecnología de vanguardia con un compromiso social tangible. Liderada por Paco Fernández, iRiego ha logrado no sólo optimizar las prácticas de riego a través de los años y, en los últimos tiempos, con el impulso de la inteligencia artificial, sino también revitalizar las comunidades rurales donde opera.
Tecnología puntera para un riego eficiente
Desde su creación en 2012, iRiego ha estado a la vanguardia de la aplicación de inteligencia artificial en la agricultura. «Implementamos IA sobre todo en temas de ahorro de agua y de control de riegos bien ejecutados», explica Fernández. La compañía ha desarrollado herramientas como RiegoApp, una aplicación que permite a más de 2.500 agricultores gestionar y controlar los programadores de riego desde sus teléfonos móviles. Esta tecnología mejora la eficiencia en la gestión del agua, a la par que ayuda a reducir costos y aumentar la productividad en el campo.
Fernández ve un futuro prometedor en la aplicación de la inteligencia artificial en la agricultura. «La inteligencia artificial no sólo mejorará la eficiencia en el riego, sino que también abrirá nuevas oportunidades de empleo en las zonas rurales», afirma. Aunque reconoce que uno de los mayores desafíos es la falta de personas calificadas, confía en que la tecnología puede ayudar a mitigar este problema, permitiendo a los agricultores centrarse en tareas más sofisticadas. «La IA -afirma- va a permitir aumentar la facturación de las empresas con el mismo personal, estoy convencido de ello».
En constante expansión
La utilización de sistemas avanzados ha permitido a iRiego expandir su presencia en todo el país, abriendo oficinas en varias ubicaciones, como León, concretamente Santa María del Páramo, Aranda de Duero, en Burgos y Tafalla, en Navarra. Recientemente, ha establecido nueva delegación en Lleida, en Cataluña, pero también opera en Valladolid, a partir de las localidades de Pollos y Mayorga, centralizando así la gestión del riego.
«El crecimiento ha sido significativo, especialmente en Navarra, donde contamos con un equipo de 15 personas dedicadas a la gestión del riego», afirma Fernández, quien recuerda que en ciertas épocas del año la empresa tiene hasta 70 empleados en nómina.
El año que marcó el futuro de la compañía fue 2013, cuando arranca la colaboración con la Comunidad de Regantes del Páramo Medio de León (4.500 hectáreas). Otro hito importante fue el acuerdo alcanzado en 2018 con la Comunidad de Regantes del Canal del Páramo (17.000 hectáreas), dando a la empresa un crecimiento notable en su actividad. A partir de ese momento vendrían nuevos encargos y ese despliegue territorial que no ha parado desde entonces, si bien con anterioridad ya operaban con algún técnico en otras partes de España, como Galicia o Andalucía.
Impacto social y compromiso con las comunidades rurales
Pero iRiego no se detiene únicamente en la innovación tecnológica. Se trata de una empresa que tiene una profunda conciencia social. En respuesta al cierre del restaurante local en Bercianos del Páramo, la localidad de origen de toda esta historia, la empresa decidió reabrirlo, no sólo como un negocio, sino como un proyecto social destinado a generar empleo y mejorar la calidad de vida de los residentes.
«Contratamos a la propietaria y le dimos un enfoque empresarial. Ahora, además del restaurante, hacemos reparto a domicilio de comidas a pueblos de la zona, especialmente a personas mayores», relata Fernández.
De modo que, a partir de acciones como ésta, que va más allá de lo laboral, pueblos como Bercianos del Páramo -580 habitantes- no sólo sobrevivirán en el cambiante panorama rural, sino que prosperarán, convirtiéndose en modelos a seguir.
Al proporcionar comidas a personas mayores, iRiego contribuye a que éstas puedan continuar viviendo de forma independiente en sus hogares, evitando el traslado a residencias.
«Con esta iniciativa, los hijos están más tranquilos y la gente mayor come de una manera mucho más equilibrada», apunta Fernández con satisfacción.
Además, iRiego promueve una serie de actividades para mantener viva la cultura y la actividad en las comunidades rurales. Así, su plantilla organiza eventos para niños durante todo el año y colabora con los pueblos en distintos proyectos, buscando que la vida rural florezca. «El 98% de nuestro equipo es de pueblos y muchos de ellos viven en ellos. Debemos cuidar esa parte social, asegurarnos de que haya cultura, actividad y empleo en ellos», subraya Fernández.
Flexibilidad y bienestar laboral como claves del éxito
Uno de los principios de iRiego es proporcionar a sus empleados la flexibilidad necesaria para lograr un equilibrio entre la vida laboral y personal. Fernández explica que están rompiendo con la tradicional jornada de ocho horas. «Si en seis horas has completado lo que tenías pendiente, puedes irte a casa, pero en el momento en que hay problemas, el que sea, debemos estar unidos. Este enfoque nos ha funcionado bastante bien y creo que es una de las claves de nuestro éxito», asegura.
Este ambiente de trabajo positivo ha sido reforzado por la colaboración con entidades como Iberaval, una institución financiera que ha facilitado el acceso a créditos con condiciones favorables. «Hasta hace cinco años trabajábamos directamente con bancos, pero al ver la sencillez y los programas que ofrece Iberaval, además del trato que brindan sus profesionales, no hemos dudado en continuar con ellos», destaca Fernández, quien busca en otras empresas uno de los lemas que adorna el frontispicio de su compañía: «apostamos por el trato personal». Algo que ha encontrado en la sociedad de garantía.
Apoyo financiero y colaboración institucional
Para asegurar su crecimiento sostenido, la compañía ha colaborado estrechamente con entidades como Iberaval y el Instituto para la Competitividad Empresarial (ICECYL).
Estas instituciones han proporcionado el soporte financiero y técnico necesario para materializar los proyectos de iRiego, manteniendo una relación basada en la facilidad de tramitación y programas útiles.
«El trabajo con Iberaval ha sido fundamental. Llegamos a ellos hace unos cinco años por recomendación y hemos continuado debido a las condiciones favorables y el trato excepcional que nos ofrecen», concluye Fernández.