Izquierda Unida salió este martes a la palestra mediática para hacer un análisis de los datos negativos de siniestralidad laboral publicados el lunes y se mostraron "preocupados por el balance de los últimos meses". Según los datos aportados por CCOO, "entre enero y junio se registraron 13.347 siniestros laborales en Castilla y León, un 1,21% más, y, aunque han bajado en algunos sectores productivos, han subido en el sector servicios e industria". León es la provincia más "castigada", con siete accidentes mortales en lo que va de año en la provincia, el último ocurrido en la cantera de Valdearcos el pasado mes de julio.
Desde la formación piden "más políticas de prevención, inspecciones y un mayor esfuerzo a las empresas para reducir los accidentes y las enfermedades derivadas del trabajo", algo que necesita de la "voluntad política y empresarial". Tras la decisión de la Junta, el año pasado, de eliminar las subvenciones a sindicatos y patronal para ejecutar los programas de visita a empresas, el primer semestre del año en León arroja "malos resultados, con un aumento de la mortalidad" argumentan, trasladando la responsabilidad por inacción a la Junta que dirigen Partido Popular y Vox.
Carmen Franganillo, coordinadora local de Izquierda Unida en León insiste en "alertar del peligro que suponen las políticas que se están llevando a cabo desde el gobierno autonómico, la falta de recursos destinados a la formación y la prevención, junto a la falta de diálogo social", algo que, a su juicio, no ayuda precisamente a poner freno a la siniestralidad laboral. "La mayoría de los accidentes se podrían evitar si se cumpliera la normativa en prevención de riesgos laborales". Franganillo exige además "que se retome el diálogo social en materia de prevención de riesgos laborales".