Desde Izquierda Unida en el Ayuntamiento de León piden que la medalla sea otorgada este año a alguna persona leonesa destacada por su trabajo por la ciudad en el ámbito de los movimientos sociales.
Carmen Franganillo, coordinadora local recuerda a Díez que, además, “dedica más esfuerzos a poner nombres a cofradías y a medallas a la Virgen o a la Iglesia del Mercado que a cumplir con la ley de Memoria histórica, como sería esperable en un partido socialista”.
Franganillo lamenta también la falta de oposición a este tipo de ocurrencias en el Consistorio. “Es una consecuencia de que no haya habido un partido de izquierdas en el Ayuntamiento en los últimos años. La falta de oposición resulta en políticas que no benefician a la ciudanía y al espectáculo bochornoso de un Gobierno que sólo busca ganar votos de ciertos sectores.”
“La libertad de conciencia y de convicciones es, además de un derecho subjetivo fundamental, el principio básico que informa nuestro sistema jurídico, lo que exige de un Ayuntamiento, de sus diversas instituciones y de los servidores públicos, una escrupulosa neutralidad, que sólo puede entenderse como prohibición de concurrencia con los ciudadanos como sujeto activo de conductas de tipo religioso.”, argumentan desde Izquierda Unida.
“Reconocer un estatus social, político o jurídico privilegiado para las personas con creencias religiosas (católicas, en este caso) rompe el único vínculo común posible entre todos: el vínculo de ciudadanía, creemos que estas actitudes causan un daño irreparable a las instituciones democráticas y a cómo se percibe su legitimidad".
Desde Izquierda Unida prosiguen explicando, en su comunicado que pretenden “un marco en el que sea posible la convivencia en el pluralismo y la libertad entre iguales, con instituciones políticas neutrales respecto a cualesquiera creencias o convicciones, sin privilegios de ninguna clase. Y esperamos de nuestros representantes políticos en dichas instituciones que levanten la voz en defensa de los principios del laicismo, que no son otros que los de la democracia.”
Para finalizar, desde la organización insisten en que “además de la medalla a la iglesia, el renombramiento de una calle en favor de una cofradía supone un acto de injusticia y desmemoria cuando hay decenas de calles en León que mantienen una denominación contraria a la ley de memoria democrática.”