“Es el concurso más antiguo para establecer el fruto futuro de las matemáticas”, sentencia el catedrático, quien recuerda que muchos profesores de universidad fueron olímpicos en su juventud. Así, la olimpiada, como su propio nombre indica, consiste en un concurso en el que alumnos de bachillerato se enfrentan a la resolución de diversos problemas matemáticos.
“Todos los años, en León se celebra la fase local, la regional es cada cuatro años -puesto que las universidades públicas se van turnando- y esta es la primera vez que acogemos la fase nacional”, explica Gómez.
La importancia de un evento como este, cuyas pruebas han comenzado este a las 10:00 horas en la Escuela de Ingenierías Industrial, radica, a ojos del estudioso en ubicar dónde se encuentra el talento matemático del país. “Que no es poco”, apunta con seguridad, “Hay que hacer una selección anual y se quedan fuera muchos alumnos brillantes, puesto que no puedes cogerlos a todos y alguno tiene un traspiés el día del examen”, completa.
Este viernes, 6 de los 77 alumnos que se presentan a la competición -cupo marcado por la Real Sociedad Matemática Española- se enfrentarán en una ultima fase: la Olimpiada Internacional, en Chiba, Japón. La entrega de medallas a los afortunados será el sábado a las 19:30 horas en el Aula Magna San Isidoro.
Poca cuota para Castilla y León
Una de las reivindicaciones del profesor es la de la escasa cuota de alumnos adjudicada a la Comunidad, puesto que sólo cuenta con tres plazas a disputar entre las 9 provincias. El mismo número que otras comunidades con menor demarcación. “Creo que hay cierto desajuste en el número de representantes, pero bueno, son detalles que en un momento tomó la Real Sociedad y confío que alguna vez se modifiquen”, explicó para señalar que tienen que renunciar a que alumnos castellano y leoneses deban renunciar “a pesar de ser muy brillantes”.
No obstante, asegura estar “muy agradecido” porque León pueda ser la anfitriona de esta convocatoria.