Jesús Egido: "Con Lolo se va una parte de mi vida"

La reacción del periodista y editor al triste fallecimiento del dibujante leonés

Joaquín Revuelta
24/10/2022
 Actualizado a 24/10/2022
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«Con la muerte de Lolo se va una parte de mi vida y un amigo desde chaval. Cursamos juntos el COU en el Instituto de Armunia y cuando empecé a hacer prácticas en el Diario de León recuerdo que en León no había tradición de tener chiste local y los que se publicaban llegaban a través de EFE y de otras agencias, por lo que convencí al periódico de que esa labor la podía realizar Lolo. Al final yo me marché de León pero Lolo se quedó dibujando y colaborando en los medios», recuerda el periodista berciano y desde hace algunos años propietario de la Editorial Reino de Cordelia, Jesús Egido, al que, aunque suene a paradójico, le resulta difícil hablar de alguien tan cercano. «Le conozco tanto que me cuesta mucho resumirlo. Hace muchísimo tiempo que no tengo relación con él. Siempre hemos mantenido la amistad pero cada uno ha ido por su lado. Hace años que no voy por León, desde la muerte de mis padres, y aunque siempre hemos sido  amigos hacía tiempo que no sabíamos el uno del otro», reconoce Egido, que a la pregunta de cómo era Lolo en realidad, sostiene que una característica muy suya «es que siempre estaba sonriendo y que hacía como que todo le daba igual. Esa displicencia que tenía siempre para sacar punta a todo y reírse un poco de todo, como si uno no tuviera problemas en la vida. Me imagino que en el fondo no sería así, pero esa era la imagen que daba siempre, la imagen de reírse continuamente de todo y de pasar un poco de todo», destaca el periodista ponferradino, que al contrario que el común de los mortales recuerda a Lolo sin su habitual indumentaria negra y las gafas oscuras. «Yo puedo asegurar que le conocí todavía sin ‘el luto’, vistiendo jerseys y camisas como una persona normal. No sé cuándo le dio el tic funerario. Me imagino que fue cuando empezó a trabajar en el periódico y cuando empezó a moverse en aquellos ambientes que a él le gustaban tanto de los feriantes», sostiene Jesús, que recuerda a Lolo como una persona que siempre sonreía a la vida y de hecho ambos publicaron un libro con el título ‘El año que reímos peligrosamente’ que recogía sus tiras cómicas. «Nos juntábamos todas las tardes cuando yo salía del periódico para estar media hora seleccionado tiras. No venía jamás a la hora, me desesperaba pero él se descojonaba porque le daba igual. Al final hicimos el libro, lo publicamos y Lolo seguía riéndose. A mí me da una pena horrible. Como te decía al principio de la conversación, se marcha con Lolo una parte de mi vida. Empezamos juntos y juntos pasamos buenos y malos momentos. Yo sé que era una persona que si me llamaba o yo le llamaba a él, pues ahí estábamos. Últimamente no había hecho falta y parece que por eso nos hemos distanciado más. Pero bueno, ahora lo siento», concluye Egido.
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