José Luis Ventosa: "Tardamos una media de 52 segundos en activar los medios de emergencias"

Es desde el pasado 24 de julio el máximo responsable de la Agencia de Protección Civil de Castilla y León. En esta entrevista analiza los primeros meses en el cargo, el funcionamiento de la coordinación de servicios cuando se produce una emergencia y los retos de futuro de su departamento.

– ¿Qué balance general hace de sus primeros meses como director general de la Agencia de Protección Civil de Castilla y León?
– Me he encontrado con unas competencias cuya gestión está en manos de profesionales de una alta cualificación, enormemente comprometidos en una labor esencial para la protección y seguridad del ciudadano. No obstante, también mantenemos una revisión permanente de los protocolos del 1-1-2 para mejorar la prestación del servicio.

– ¿Dónde está el margen de mejora?
– Siempre hay algún margen de mejora, pues la investigación tecnológica aplicada a las emergencias está en constante desarrollo. En ese sentido, puedo citar la incorporación que se hizo de un sistema para comunicarnos con personas con algún tipo de sordera o con dificultades para el habla, o más recientemente, el desarrollo de la app ‘My112’ para teléfonos móviles, que nos permite conocer las coordenadas del punto en el que se encuentra la persona que mediante la citada aplicación contacta con el 1-1-2. Además, se hace un seguimiento constante de los procedimientos de atención de las llamadas con el objetivo de introducir posibles mejoras que faciliten la gestión de la emergencia, como le decía anteriormente.

– ¿Cuáles son la claves fundamentales del éxito del 1-1-2?
– Yo diría que la facilidad que da al ciudadano para acceder a aquellos quienes le tienen que proteger, y me explico. Tenga en cuenta que junto con el 1-1-2 conviven otros números de emergencias, como son el 092 de las Policías Locales, el 091 del Cuerpo Nacional de Policía, el 062 de la Guardia Civil, el 080 y el 085 de los bomberos de las administraciones locales... En una emergencia, lo último que podemos pedirle al ciudadano es que recuerde todos esos números y sepa para cada situación y para cada lugar en el que se encuentre, qué servicio de emergencia se ha de encargar de resolver el incidente. Con el 1-1-2, creo que le hacemos más sencilla la vida al ciudadano.

– ¿Qué parámetros sustentan la calidad a la hora de canalizar las emergencias de la comunidad?
– El centro de emergencias 1-1-2 cuenta con varias certificaciones de calidad, las ISO 9001, 14001 y 27001, tras superar las correspondientes auditorías, y con ellas se avala que los protocolos con los que trabaja el 1-1-2 son los adecuados para dar respuesta a cada llamada de emergencia, y además, que la transmisión de la información que se pone en manos de quienes han de resolver la emergencias –sanitarios, fuerzas de seguridad, bomberos…– se realiza de manera ordenada, completa e inmediata. Eso ha sabido valorarlo la Agencia Europea del Número de Emergencias al concedernos en 2014 la distinción al compromiso y los altos estándares de calidad en el servicio.

– ¿Cuál es el tiempo medio de respuesta ante una emergencia?
– Esta pregunta tiene respuesta en dos planos distintos. Por una parte, la respuesta del centro de emergencias 1-1-2, y por el otro, el tiempo que emplean policía, bomberos o sanitarios en llegar al lugar de los hechos. Mi responsabilidad en la Agencia de Protección Civil se centra fundamentalmente en los tiempos de respuesta del centro de emergencias. Y ahí, puedo señalar con satisfacción que el tiempo medio de respuesta –lo que tarda el gestor en descolgar la llamada cuando alguien marca 1-1-2– es de cinco segundos; y el tiempo medio de lo que nosotros llamamos gestión, es decir averiguar qué ocurre y dónde ocurre y avisar a quienes tienen que resolver esa situación, se sitúa en estos momentos en 52 segundos. Hablo siempre de media, pues en realidad, le diría que no hay dos llamadas iguales en el 1-1-2.

– Los incidentes gestionados por el 1-1-2 se han reducido en la provincia durante el pasado año. ¿A qué puede deberse ese descenso?
– Pues sí, durante el año pasado se produjo un descenso, y sin embargo, si comparamos el primer semestre de este año con el del año pasado, vemos que se ha producido un aumento de más de 3.000 incidentes. ¿El motivo? Es difícil dar con un porqué, puesto que hay que tener en cuenta que esto de las emergencias se guía por la imprevisibilidad, no está sujeto a una ley estadística. Aunque el aumento de este año, sin duda, se puede asociar a las inclemencias meteorológicas del invierno.

– ¿Es el mal tiempo la única causa de este incremento?
– Como señalaba anteriormente, la crudeza del pasado invierno ha hecho que se incremente el número de incidentes en el primer semestre del año, pues ha habido más solicitudes de máquinas quitanieves y por vehículos con dificultades para circular. Veremos qué ocurre en los dos últimos meses del años. En verano, también se han registrado numerosos incendios forestales… Pero el grueso de las emergencias que gestionamos son aquéllas, por decirlo de alguna manera, imprevisibles, pues no podemos avanzar cuándo y dónde va a producirse un accidente de tráfico, un incendio en una vivienda o cuándo alguien va a sufrir una caída en su casa o a sufrir una enfermedad repentina.

– ¿Qué papel desempeñan las agrupaciones de Protección Civil? ¿Cómo puede potenciarse aún más su labor?
– Los voluntarios de Protección Civil se merecen todo el reconocimiento de la sociedad, por la labor altruista y desinteresada que desarrollan, cediendo su tiempo libre a esta labor social. Para el sistema de protección ciudadana, ellos suponen una colaboración muy útil en determinadas situaciones, como pueden ser, por ejemplo, la búsqueda de personas desaparecidas, como han estado haciendo hace unos días en la zona de Sanabria, en Zamora. Ayudan a los peregrinos que avanzan por el Camino de Santiago hacia Compostela a su paso por la comunidad, son colaboradores insustituibles en los dispositivos de seguridad en aquellas situaciones que conllevan una gran aglomeración de personas: fiestas populares, romerías, conciertos…
La Junta de Castilla y León continuará potenciando la labor que desarrollan las agrupaciones y asociaciones de Protección Civil por dos vías, la entrega de material de intervención y los cursos de formación para sus voluntarios. Y además, animaremos a los Ayuntamientos a que fomenten la creación de nuevas agrupaciones.

– En la provincia de León se está diseñando un nuevo sistema para la prestación del servicio de extinción de incendios. ¿Qué papel va a jugar la Junta a la hora de ponerlo en marcha?
– Ya hemos mantenido unos primeros contactos con los responsables de la Diputación de León. En estos momentos, ellos están elaborando un catálogo de los medios y recursos de que disponen y su estado operativo. A partir de ahí, nos reuniremos de nuevo, ya con datos suficientes para poder asesorar sobre los modelos que existen, y que puedan implantarse teniendo en cuenta que sea el mejor para las necesidades de la provincia. Vamos a dar apoyo técnico en lo que la Diputación precise, y también formación para el personal conforme las necesidades que la Diputación manifieste. Y finalmente, dentro de las capacidades económicas que se nos permitan, proporcionaremos material de intervención.

– ¿Se ha cobrado ya en algún caso la tasa por rescate de montaña?
– No, no, por el momento no se ha hecho uso de la tasa.

– Se trataba de un gravamen de origen fundamentalmente disuasorio. ¿Se ha cumplido el objetivo?
– No hablaría tanto de un gravamen disuasorio, más bien lo que persigue es evitar comportamientos manifiestamente negligentes que suponen un perjuicio para un servicio esencial. Pero me gustaría destacar también las buenas prácticas de los montañeros, que han sabido asumir con más compromiso aún la adopción de medidas de autoprotección para su seguridad.

– ¿Cuántos rescates de montaña se han producido en la provincia de León durante el presente ejercicio?
– Los datos que manejamos hasta el día de hoy reflejan que se han gestionado en la provincia 31 rescates de montaña en la provincia de León.