El objetivo, tal y como recordó Fernández, es que exista un consenso entres los integrantes del Diálogo Social y contar con un texto con compromisos, propuestas y presupuestos que configuren la política energética en Castilla y León en los próximos años. Un acuerdo que, según lo expresado por las partes, es avanzar en el mix energético, que pasa por continuar con la producción y el consumo de carbón autóctono por parte de las centrales térmicas y apostar por las energías renovables.
Un mensaje en el que incidió el consejero de Empleo, Carlos Fernández Carriedo, quien subrayó que la energía es un sector con «especial singularidad» en la comunidad, además de tener un importante peso dentro de la economía, del 2,13 por ciento del Valor Añadido Bruto (VAB) en 2017, con casi 1.200 millones de euros. Recordó que Castilla y León defiende su reserva estratégica de carbón siendo la comunidad española que genera el 22 por ciento de la electricidad renovable de todo el país. Asimismo, genera 1,7 veces en energía renovable su demanda total de electricidad, lo que convierte a la región en un territorio «claramente» exportador.
Fernández Carriedo abogó por una «transición justa» que conjugue la protección del medio ambiente y el mantenimiento de las minas de carbón y las centrales térmicas en el norte de las provincias de León y Palencia, ya que hay una importante vinculación al «aspecto social». A su juicio, las cuencas mineras pueden seguir aportando un importante potencial de producción energética a través del carbón, antracita y hulla de alta calidad y competitivo en el mercado, informa Ical.
Suministro fiable
Además, su mantenimiento permitirá contar con una energía competitiva para el consumidor final y con un suministro fiable así como sostenible en el tiempo sin hipotecar la calidad ambiental y social de las generaciones futuras. El consejero tampoco se olvidó de la incidencia del precio de la energía en la empresa, para que ésta pueda ser competitiva. «El carbón garantiza una seguridad en el suministro», precisó. Por último, se refirió a los aspectos territoriales, porque la minería del carbón y las térmicas están localizadas en unas provincias muy concretas. El documento en el que ya trabajan los componentes del Diálogo Social persigue la continuidad de las minas competitivas de la comunidad más allá del 31 de diciembre, y permitir la flexibilización de la devolución de las ayudas, además de establecer medidas para evitar el cierre de las centrales térmicas.