Para ello, el bodeguero pone énfasis en la necesidad de concienciar tanto a los propios vecinos como a las instituciones. «Son los ayuntamientos los primeros que tienen que cuidar su patrimonio. Si no lo cuidan ellos, ¿quién lo va a hacer?», recuerda. Así, Prada puso como ejemplo las restauraciones llevadas a cabo en Peñalba, que le valieron entrar en la asociación de los Pueblos más bonitos de España.
En la misma línea, el presidente del Consejo Comarcal, Gerardo Álvarez Courel, aseguró que una restauración «no es un gasto, es una inversión», ya que «un pueblo cuidado y que mantenga su esencia atrae un turismo de calidad».
Los interesados en participar tienen hasta el 21 de enero de 2017 para presentar sus candidaturas. En total se repartirán 6.000 euros en premios. En cada una de las dos categorías, edificios restaurados por organismos públicos y construcción rehabilitadas por entidades no vinculadas a la administración, el ganador se llevará 1.500 euros, el segundo 1.000 y el tercer 500, siendo el Consejo Comarcal y el Ayuntamiento de Carracedelo los patrocinadores del concurso.
Entre las ocho ediciones anteriores, han sido finalistas más de 240 edificios entre viviendas, palomeras, hórreos, lavaderos, hornos o ermitas.
Posición activa del Consejo
José Luis Prada pidió que el Consejo Comarcal asumiera un papel activo en la conservación del patrimonio histórico, obligando a los ayuntamientos a respetar unas directrices básicas para mantener la identidad de los pueblos.
Aunque la competencia es municipal y en último caso, de la propia Junta de Castilla y León, su presidente, Gerardo Álvarez Courel, recordó que la participación del Consejo Comarcal como patrocinador muestra que «sí existe una preocupación para que la arquitectura rural y los pueblos no caigan en el olvido» y resaltó la necesidad de regular la construcción y restauración en ámbitos locales para «no perder su esencia».