En las zonas en las que los agricultores han podido atender las necesidades hídricas de la planta con relativa normalidad se espera que la cosecha comience a final de mes Por otra parte, en las zonas en las que los agricultores han podido atender las necesidades hídricas de la planta con relativa normalidad se espera que la cosecha comience a final de este mes. Actualmente el grado de humedad se sitúa alrededor del 20%, aunque se espera que para cuando comiencen las labores de recolección sea menor. Las previsiones apuntan a rendimientos menores que en otras campañas, pero tampoco tan reducidos como en las zonas más afectadas por la sequía.
En cuanto a los precios, la buena cosecha a nivel mundial y las importaciones contrarrestan la escasez del mercado doméstico tirando para abajo de los precios. Llorente denuncia que la importación de maíz por parte de las multinacionales altera el mercado con precios de 165 euros por tonelada en los barcos –la semana pasada atracaron en Gijón dos con unas 56.000 toneladas cada uno–. La situación es todavía peor en los almacenes de la provincia con el maíz cotizando a 156 euros por tonelada en la sesión de la Lonja de ayer.
Girasol y alubias, al 100%
Por otra parte, el girasol y la alubia ya están recogidos al 100% en unas fechas poco habituales para estas circunstancias y todo apunta a que sobre el día 25 empezará en la provincia el arranque de la remolacha, que ya se ha iniciado en otros territorios de la zona norte, según ha informado recientemente Azucarera.
No se recuerda un año como el presente en el campo con todos los cultivos muy ‘adelantados’ como consecuencia de la falta de agua y del calor sin tregua.
La sequía amenaza la preparación
El final de la campaña de regadío y el inicio de la recolección de gran parte de los cultivos de la provincia no ha supuesto el fin de los problemas en el campo leonés. Si los trabajos de recolección se desarrollan con normalidad en unas semanas el fruto habrá sido recogido por completo dejando el campo listo para un nuevo ciclo productivo. La provincia es una de las que más retrasa las cosechas por lo que en ocasiones se solapan las labores de recolección con las de preparación. Este año todo apunta a que el campo estará listo en fechas tempranas, aunque esta posible mejoría que podría suponer para el agricultor contar con más tiempo antes de nuevas siembras podría veres perjudicada por la falta de precipitaciones. El terreno no se encuentran en condiciones óptimas para el laboreo con nuevos perjuicios para el productor.
Es un año "histórico", reconoce el secretario general de Ugal-UPA y el nerviosismo es patente en el sector. El mes de octubre será nulo en cuanto a precipitaciones, según las previsiones oficiales, y si la situación no mejora antes de enero se podría llegar a dar el caso de que se tengan que sembrar cereales y girasol, cultivos de secano, en terrenos de regadío, según advierte el líder de Ugal-UPA.