Desde que en 1997 echara a andar la Biblioteca central San Isidoro de la Universidad de León (ULE), son muchos los cambios, las adaptaciones y las incorporaciones documentales y electrónicas que ha realizado la Biblioteca «con el fin de adecuarse constantemente a la demanda y a los comportamientos de los usuarios», explica Santiago Asenjo, director de la Biblioteca Universitaria de la ULE, que lleva vinculado a este servicio, primero desde la Facultad de Filosofía y Letras, y luego desde la sede central abierta hace ahora 30 años.
La central alberga en sus dependencias las sedes de la Fundación Antonio Pereira y del Instituto de Estudios Medievales «No cabe duda de que ya no estamos en una biblioteca tradicional, volcamos mucho tiempo en formación, en actividades complementarias y en adaptar el servicio bibliotecario al universo virtual en el que estamos inmersos; ya ha dejado de ser un espacio pasivo, dedicado sólo al estudio y la lectura, todo lo contrario, son espacios globales, activos, multidisciplinares y sujetos a modificaciones según las peticiones de los usuarios», detalla Santiago Asenjo, que dirige un equipo de 63 personas repartido en doce bibliotecas de centros universitarios, más el edificio principal ubicado en el centro del Campus de Vegazana.
Acceder a la web de la Biblioteca Universitaria (biblioteca.unileon.es) supone adentrarse en un ‘paraíso’ de recursos y servicios bibliotecarios, pues además de formar parte de Bucle, el consorcio de Bibliotecas Universitarias de Castilla y León, está integrada en Redbuin –la red nacional de bibliotecas de la Crue–, ofrece el acceso a la mayor hemeroteca de artículos científicos hispanos en Internet (Dialnet), y mantiene un repositorio institucional abierto (Buleria), que alberga el texto completo de los documentos generados por los miembros de la comunidad universitaria.
Aquí la Biblioteca de la ULE custodia 4.300 documentos electrónicos de producción propia, un fondo que se convierte en una herramienta de apoyo al aprendizaje y a la investigación ya que permite la recuperación, reutilización y preservación de los resultados de la investigación, además de favorecer la difusión y la visibilidad de la producción científica de la ULE.
A estas grandes redes se ha incorporado desde hace de un año Grial, una plataforma de préstamos de libros electrónicos e intercambios de publicaciones donde están a disposición del usuario 4.000 libros en lengua española. No obstante, el servicio bibliotecario de la ULE tiene un total de 531.176 registros informatizados (libros, revistas, mapas, planos, discos…), adquisiciones que –según explica Santiago Asenjo– «son material de información bibliográfica que necesitan utilizar profesores, personal administrativo y estudiantes y cuya formulación de compra, suscripción y reposición se centraliza desde aquí aunque se haya demandado desde la biblioteca de otro centro o facultad».
Un servidor de fotografías y audiovisuales, la emisión de eventos por streaming, el seguimiento de eventos científicos a través de las redes sociales (Esla), el préstamo interbibliotecario, los servicios de vídeoconferencia, los préstamos de dispositivos móviles (portátiles, tablets..) y la formación a través de cursos online o presenciales, completan la extensa oferta de consulta y de aprendizaje, sin olvidar las visitas guiadas que también atienden a colegios e institutos de la provincia de León.
Blogs participativos
Con el fin de contribuir al fomento de la lectura y a la divulgación científica, la Biblioteca Universitaria puso en marcha hace más de tres años el Club de Lectura de la Universidad de León, (bibliotecas.unileon.es/tULEctura/) una iniciativa que surgió con el deseo de compartir y aprovechar la experiencia de la lectura como competencia transversal para completar la formación académica y personal, y donde se proponen cada año lecturas de escritores y lecturas de divulgación científica. Forma parte de las propuestas que engloba la Red Internacional de Universidades Lectoras (Riul), y sus propuestas están dirigidas al público universitario, y a cualquier persona de la sociedad interesada en participar y convertirse en socia.
También de forma paralela, funciona otro blog divulgativo, en este caso dedicado a la música: PartitULE (bibliotecas.unileon.es/partitULE/), que surgió hace dos años con el objetivo de difundir los fondos de que dispone la institución académica y las actividades musicales que se desarrollan en ella, de ahí que esté estrechamente relacionado con el área de Actividades Culturales de la ULE. Este blog ya ha registrado 46.000 visitas.
Y si importante es su labor divulgativa, no lo es menos su papel acogedor al albergar en sus dependencias las sedes de la Fundación Antonio Pereira y del Instituto de Humanismo y Estudios Medievales de la ULE, y al haber habilitado salas donde ubicar las colecciones de música de Manuel Tejada, de teatro de Kike Fernández y la del médico César Llamazares.
Unas salas que comparten espacio con los estudiantes y los investigadores y con el personal de los centros bibliotecarios que se afanan diariamente por posicionar a la ULE en redes sociales (Facebook, Instagram, Twitter y Pinterest) y en las dinámicas de consulta, formación y divulgación que demanda el público universitario.