La búsqueda del fusilado al que ponían flores y otros dos, en Canseco

La ARMH inició este lunes en el cementerio de Canseco la búsqueda de tres cuerpos, apareció el primero pero aún no saben si se trata de uno de los que buscan

Fulgencio Fernández
19/06/2018
 Actualizado a 15/09/2019
Los restos encontrados este lunes. | MAURICIO PEÑA
Los restos encontrados este lunes. | MAURICIO PEÑA
La tremenda paz de Canseco, con una decena de habitantes, se rompió este lunes con la llegada de un buen número de coches que iban a iniciar los trabajos de búsqueda de tres fusilados en la guerra civil (el 15 de octubre de 1937), bajo la dirección del miembro de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), Marco González; quien explica. «El origen está en la solicitud de una familia asturiana que están seguros de que un pariente, Tomás Fernández,está aquí, en Canseco, en una esquina del cementerio al lado del osario» . Y allí es donde están excavando.

Sin embargo, han pasado varios años desde aquella solicitud de apertura de una fosa en la que se sabía que había otros dos fusilados pues, explica González, «al presidente del pueblo le daba cierto reparo pues resultaba que cada año aparecían tres flores el 1 de noviembre, se cree que de la familia de otro de los enterrados, de la comarca de Gordón» .

Han dejado de aparecerlas flores y ha sido posible el inicio de los trabajos. Los datos de la ARMH les hacen pensar en que los milicianos fallecidos de la comarca de Gordón podrían ser Antonio Flórez, de Peredilla; o Pedro Gutiérrez, de Llombera.O los dos.
Comenzaron a trabajar y pronto apareció un cadáver, pero Marco González no quiso lanzar las campanas al vuelo. «Es un esqueleto, no tres, y habrá que llevarlo a analizar. Además los testimonios de vecinos nos hablan de más fosas, la guerra en esta comarca fue realmente dura».

En mitad de la búsqueda aparece un nieto del fusilado de Peredilla, Honorato,quien explica que aún viven dos hijos y no tendrán inconveniente en que se les hagan pruebas de ADN para comparar. «En casa siempre dijeron que el abuelo estaba en Canseco. Contaban que lo buscaron por hospitalillos de guerra de Asturias y allí no estaba, hasta que les dieron el dato de Canseco».

Los vecinos de Canseco hablaban del tema entre ellos, con diversidad de opiniones, aunque a alguna, como Teresa, le removiera las entrañas pues ella tiene a su padre en una cuneta de Asturias sin determinar el lugar concreto. «Aestos les traían flores, yo a mi padre no tengo dónde llevárselas».

Los trabajos de análisis y búsqueda seguirán en el día de hoy.
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