"La capitalidad gastronómica en León se ha vendido mal"

Coge las riendas de una nueva asociación empresarial de hostelería y turismo y lo hace sabiendo que tiene por delante un trabajo que será difícil. Al sector, y a los leoneses en general –asegura– les cuesta «juntarse», pero Martín Méndez está convencido de que esa es la vía para conseguir hacer más cosas, para impulsar un sector que tiene mucho margen de mejora y que supone para León un importante motor económico.

–La asociación se presentó oficialmente el 30 de mayo con el respaldo ya de más de cien empresas adheridas, lo que implica un importante trabajo previo. ¿Cuándo empezó a tomar forma la idea de crearla y cómo fue esa labor inicial?
–Esta asociación coge un poco el testigo de la anterior que había. Por circunstancias, la otra entró en concurso de acreedores y se disolvió. Nosotros estuvimos un tiempo pensando qué podíamos hacer si sacábamos adelante un proyecto o no y al final nos decidimos y creamos una nueva asociación. Teniendo en cuenta que estamos en el año de la capitalidad gastronómica pensamos que era más interesante que estuviéramos unidos, aunque es verdad que lleva muchísimo trabajo y que es un proceso mucho más lento de lo que nosotros pensábamos. La otra asociación tenía una infraestructura ya montada –que es un poco lo que la llevó a pique también, porque tenía mucho personal y no se reguló a tiempo– y la manera de hacer las cosas, de trabajar, estaba ya implantada. Nosotros empezamos de cero. Contactamos con el Círculo Emoresarial Leonés (CEL) por afinidad personal con la gente que estaba allí y nos dieron la oportunidad de tener una sede. Empezamos con ellos y nos vino muy bien para pasar las primeras cuotas y para que nos hicieran ciertas gestiones, pero nuestra idea era tener una sede propia y según hemos ido creciendo en número de asociados hemos cogido un local en Eras de Renueva y ya tenemos la oficina abierta. Ahí estamos con este proceso, que es duro, pero la cosa va marchando.

–Sigue los pasos de la asociación anterior, que se disolvió, ¿se ha aprendido de la experiencia para no caer en los mismos errores?
–Hemos aprendido. Nosotros como empezamos de cero y siendo poquitos asociados los gastos, que son lo que llevó a la otra asociación a pique, los tenemos muy controlados. Todo lo que nos hace falta lo estamos intentando externalizar. Tratamos no comprometernos con gastos que no podamos asumir.

–¿Cómo van los afiliados, han aumentado en estos meses?
–Aunque partimos con alrededor de cien, realmente la labor comercial la hemos comenzado hace poco y hemos subido unos 30 asociados más en este tiempo, aproximadamente. Los primeros 80 al final se hacen relativamente fácil por afinidad. León es pequeño, nos conocemos un poco todos por unas cosas u otras y esos primeros, dentro de la dificultad, fue relativamente fácil hacerlos. Ahora viene lo duro, el ir a ‘puerta fría’ y tratar de convencer al resto de que se asocie, de que le interesa porque tiene unas ventajas, porque hay que estar unidos como colectivo, etc. Los hosteleros es verdad que somos un colectivo –aunque en otros pasa lo mismo– poco asociacionistas. En León en general. Nos cuesta juntarnos.

–En un sector que engloba a tanta gente, conseguir ser la voz de todos es un reto importante. ¿Existe una excesiva división? ¿Cómo está siendo la experiencia en estos meses?
–No es una división como tal, pero sí que es difícil. Tengo el dato de hace tiempo, pero creo que es más o menos actual y es que en León ciudad y provincia hay más de 5.000 licencias de hostelería (bares, restaurantes, hoteles, tascas…) si nosotros somos cien o ciento y poco, queda claro que queda mucho camino por recorrer. A la gente le cuesta y no lo entiendo. No tenemos unos grandes objetivos a corto plazo, queremos sumar asociados y hacer un grupo grande, pero para tener un interlocutor ante las administraciones. También estamos firmado convenios para descuentos porque hay cosas que gastamos todos y que tenemos que pagar sí o sí y estando asociado te beneficias de una serie de descuentos que no tendrías de otra manera. No entiendo por qué el hostelero es reacio, porque la cuota es mínima, va en función del número de empleados –alcanza entre los 15 y los 50 euros– y si te acoges a los descuentos que tenemos te van a bonificar la cuota íntegra y vas a ganar incluso dinero.

–¿Dirías que ese «ir cada uno por su lado» es uno de los principales enemigos del sector actualmente?
–Sí. No sé si del sector o de León en general, pero lo es. También es cierto que la imagen que tenía la gente de esa asociación no era buena, aunque tampoco lo entiendo muy bien.

–¿Cuáles son las principales demandas que os están trasladando?
–A veces la gente se fija mucho en pequeñas cosas, o que no nos competen a nosotros. Hay que ir a lo global, por ejemplo, que tratemos de que nos amplíen el horario de cierre, a quien le interese, o que nos dejen las terrazas más temporada en verano…

–2018 no está siendo el mejor año para el turismo en León. Se habla de las cifras más bajas de los últimos ejercicios tanto en viajeros como en pernoctaciones, ¿qué está fallando?
–Yo creo que esos datos son un poco irreales. En los datos de pernoctaciones no se recogen todos los alojamientos ilegales que hay y que son una parte importante. Son competencia desleal y perjudican, pero lo cierto es que no parece que las cifras de visitas hayan bajado tanto. Creo que se han desviado. El año también iba más ralentizado que el pasado pese a ser Capital Gastronómica. Este año hemos tenido mal tiempo en invierno, en primavera y casi hasta mediados de julio no ha arrancado el buen tiempo. Una vez que ha arrancado mis números de agosto y de julio, por ejemplo, han sido mejores que los del año pasado. En agosto, además, bastante mejores. Yo he visto muchísima gente. Esta tendencia a la baja en el turismo tampoco es solo de León, se está dando en todos los sitios, está bajando, aunque a qué se debe no lo sé. En León desde que llegó el AVE se dio un gran impulso. Ya no hay fines de semana malos en todo el año, ni el invierno es una época mala porque viene gente. León gusta, no es un sitio de un mes al año. ¿Que se podían hacer más cosas?, también lo creo, ¿que habría que vender mejor la provincia?, también. León tiene mucho que ver, León y provincia, y hay mucha gente que no lo sabe todavía.

–Como decimos, esta caída se registra, además, en un año en el que León es Capital Española de la Gastronomía, ¿no está llegando a la gente?
–La capitalidad gastronómica en León se ha vendido mal. El evento está bien, es una publicidad muy buena porque sales en muchos medios, en muchos sitios y todo lo que sea publicidad nos viene muy bien, pero es cierto que las cosas que se han hecho no han traído a nadie. Ha estado mal enfocado porque igual no hace falta hacer 300 actividades y sí 30 de mayor repercusión. Lo que nos interesa a nosotros es que venga gente de fuera a gastar dinero en León. El año pasado la capital gastronómica fue Huelva, y sé que hubo gente que vino de allí y reconoció que tampoco había sido lo que esperaban. Es un evento publicitario y depende de cómo lo muevas para que funcione o no y los eventos que han hecho quizá no han sido los acertados.

–El turismo, la gastronomía, es uno de los principales motores económicos de la provincia. ¿Qué aspectos habría que potenciar para conseguir mejores resultados?
–A día de hoy sin minería y sin nada más… diría que es el principal motor con diferencia. Se habla muchas veces del sector tecnológico, que está muy bien y que cuantas más empresas de ese tipo haya mejor, pero ¿cuánta gente trabaja en el sector tecnológico en León? En hostelería trabajan más de 10.000 personas. Es un sector que funciona, trae riqueza a la ciudad, genera empleo y paga impuestos y se debería intentar que ese flujo no se pierda, favorecerlo un poco.
Para que mejore lo que se necesita es más implicación política, porque al final son los que manejan los hilos de las cosas. Si nos escuchan igual hacemos cosas que nos interesen a todos.