Ayer, 22 de marzo, se celebró la Junta de Explotación Alto Duero y Riaza; hoy, día 23, la de Tormes y Águeda, y la próxima semana serán las de Carrión y Adaja, el 28 de marzo, y Pisuerga-Bajo Duero, el día 29. Al igual que sucediera en años anteriores, en aquellos sistemas cuyos embalses se encuentran en situaciones más comprometidas, especialmente, en el sistema Pisuerga-Bajo Duero, dichas dotaciones podrán ser objeto de revisión durante la primavera, en función de la climatología.
Asimismo, y siguiendo con la línea habitual de las últimas campañas, siempre que se encuentre justificado, el Organismo tratará de flexibilizar el inicio de la campaña de riesgo antes de la fecha oficial del 1 de abril.
Estado de los embalses leoneses
De cara a la campaña de riego, los embalses de la provincia de León presentan cada vez una imagen mejorar tras los últimos días de deshielo, estando en su conjunto al 79,8% de su capacidad con 1.026,7 hectómetros cúbicos con un aumento de 32,8 hectómetros cúbicos.
En concreto, el que más ha crecido con el deshielo ha sido el embalse de Riaño, que está al 79% de su capacidad con 506,4 hectómetros cúbicos gracias a los 17 hectómetros cúbicos que ha crecido recientemente. Por su parte, el siguiente que más ha crecido estos días ha sido el de Barrios de Luna con 8,7 hectómetros cúbicos, estando al 86,5% de su capacidad con 266,5 hectómetros cúbicos.
Por otro lado, el Porma ha crecido 7,1 hectómetros cúbicos para alcanzar el 74,6% de su capacidad con 236,6 hectómetros cúbicos; mientras que el embalse de Villameca se mantiene apenas sin variaciones, encontrándose al 85,8% de su capacidad con 17,2 hectómetros cúbicos.
Situación general en la CHD
En estos momentos, los embalses gestionados por la CHD se encuentran al 76,2% de su capacidad total, con 2.178,7 hectómetros cúbicos de agua almacenados, nueve puntos más que hace un año (67,2%), y el mismo porcentaje de la media de la última década (76,5%). Gracias en parte a las aportaciones recibidas del deshielo durante las últimas semanas, la situación de las reservas en la cuenca del Duero es, en general, buena.
En los sistemas Tuerto y Carrión, dos de los más afectados por las restricciones al uso del agua en la campaña anterior, los niveles de embalse actuales permiten afrontar la nueva campaña con optimismo, explican desde la CHD.
Es el sistema Pisuerga-Bajo Duero el que presenta una situación más comprometida, al encontrarse sus reservas al 47,3 por ciento, con 149,2 hectómetros cúbicos, frente a los 214,6 hectómetros cúbicos de la media de los últimos diez años. Por este motivo, la disponibilidad de agua será limitada para los riegos que dependen de este sistema en las provincias de Palencia, Valladolid y Zamora.
Una primavera húmeda podría ayudar a que el desarrollo de la campaña en este sistema fuera más prometedor. En todo caso, el actual marco climatológico obliga a ser conscientes de la cada vez más frecuente aparición de circunstancias climatológicas extremas durante la primavera y el verano.