El hecho real de tener dos astronautas leoneses hizo que en la ficción bañezana hubiera muchos miembros de la NASA en varias versiones, cohetes, incluso hasta los que fueron a buscar trabajo en la luna. Y mención especial también para el grupo de ‘Robosol’ con sus expendedores que colocó un improvisado surtidor de combustibles en medio de la plaza donde las mangueras eran pistolas para denunciar el alza de los precios.
Los vigilantes de la zaya, con especial vigilancia en la acequia Castañón, unos guías turísticos para extranjeros, los del ‘Pendón Carnavalero’, el merecidísimo homenaje por partida doble a ‘Tabaliche’ o Cristina Pedroche preparada para las campanadas, Shakira y Bizarrap con la sesión de música que ha dado tantísimo que hablar esta temporada, y la parodia del virus del mono también formaron parte de la fiesta que por algo está declarada de Interés Turístico Nacional.
San Pedro y San Pancracio, con sus respectivos atuendos compartieron escenario con No-Eh y su arca llena de animales de peluche, pero también hubo un coro de música góspel, un grupo de rugby y otro de estatuas de la libertad –todo muy al estilo americano–, catrinas, la Selección de fútbol de Argentina celebrando el Mundial, la fiesta de la cerveza Oktober Fest, ‘emojis’ y los animales, payasos, personajes de cómic o animación que nunca faltan sorprendieron a los miles de personas que durante todo el mediodía pasaron por la Plaza Mayor y las calles aledañas.
Unos dobles de la popular orquesta Combo Dominicano, un grupo de agentes Poli-Amorosas, caníbales metidos sus jaulas, Aladdín con el genio brotando de la lámpara, el juego de los tragabolas, la sidrería asturiana o unos pizzeros de ‘Tebepicha’ se mezclaron en el ambiente con la Feria de La Bañeza y sus juegos de azar, cartas de la baraja española, enfermeras y un Mister Sol rodeado de placas solares por citar solo algunas de las ideas que se le ocurrieron este sábado de carnaval a los bañezanos.
La genialidadLa genialidad de esta gente para fijarse en las cosas cotidianas y hacer una parodia de casi todo, siempre con la intención de disfrutar y de hacer disfrutar a los demás de una manera sana, tuvo este año como ejemplos un curioso ‘Frutas Molestinos’, “molestando a todo el que pasa” y también una improvisada Confitería Conrado con ‘Reyes la molinera’ echando harina a todo el que pasaba y con un roscón en el que al abrir la caja la sorpresa era otra bien distinta a la clásica figurita de cerámica.La chispa de los bañezanos es uno de los principales activos de esta fiesta que traspasa generaciones y que goza de una gran salud porque los precursores supieron hacerla grande. Muchos de aquellos precursores siguen derrochando imaginación y en las familias carnavaleras está creciendo el futuro de una fiesta que ha de seguir siendo diversión y originalidad frente a lo que algunos –desde fuera, sobre todo– están haciendo con ella, como ocurre en el caso de la Noche Bruja que los auténticos carnavaleros de La Bañeza ya dan por perdida.