La senda científica que transitan muchos estudiantes a través de los programas de doctorado, una vez concluyen sus estudios de Grado y Máster, propicia en ocasiones que encuentren su futuro profesional en la conjugación de docencia e investigación, e inician así una larga carrera para convertirse en profesor universitario. La Universidad de León (ULE) cuenta en la actualidad con una plantilla de 952 profesores con una media de edad de 50 años. Hasta llegar aquí han tenido, y aún mantienen, un exigente recorrido plagado de formación académica, estancias de movilidad en universidades extranjeras, investigaciones, horas de docencia, número de publicaciones y méritos evaluables por agencias de acreditación.
Para ser docente universitario es necesario contar con estudios de grado, un máster y un doctorado y haber presentado la tesis doctoral. Además de la tesis, es importante haber publicado y enseñado al menos 60 horas anuales, y presentar los méritos a la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca), organismo creado por el Ministerio de Educación en 2002 encargado de valorar las publicaciones, horas de docencia, formación académica y experiencia en gestión y administración educativa.
Las principales figuras del profesorado de cualquier universidad pública como la de León son los funcionarios de los cuerpos docentes y el personal contratado. La plantilla de la Universidad de León se compone de 952 docentes de los cuales 141 son catedráticos, 323 profesores titulares, 29 ayudantes, 241 asociados, 108 ayudantes doctores, 21 colaboradores, 80 contratados doctor y siete eméritos.
Miguel Ángel Tesouro, vicerrector de Profesorado, asegura que uno de los principales valores para adentrarse en la carrera docente universitaria es «tener vocación e interés en formar a los alumnos, además de mantener una motivación investigadora, porque es una carrera muy larga y en las primeras etapas es bastante compleja, difícil y estresante». Unos primeros pasos que habitualmente arrancan con el programa de doctorado y una beca de investigación adscrita a ese programa a la que la persona interesada accede por un buen expediente académico.
«Tanto las becas, que pueden ser del Ministerio de Universidades, de la Junta de Castilla y León o de la ULE, como el contrato de ayudante implican que deben impartir unas horas de docencia y ahí se inicia la carrera docente e investigadora», explica Nuria González, vicerrectora de Actividad Académica. Tras pasar de la beca a ayudante y tras la lectura de la tesis doctoral, el aspirante puede pasar a un nivel superior, que es la figura de ayudante doctor, pero para ello tiene que pasar un periodo de acreditación de cuatro años.
«Los profesores alcanzan su estabilidad en la figura de contratado doctor» –detalla Nuria González– «aunque también pueden optar a titulares siempre que tengan superada una acreditación de la Aneca». El acceso a los cuerpos de funcionarios docentes universitarios (titulares y catedráticos) exige una acreditación nacional que regula el Gobierno, previo informe del Consejo de Universidades, en base a los principios de publicidad, mérito y capacidad con el fin de garantizar una selección eficaz, eficiente, transparente y objetiva del profesorado funcionario.
En cuanto al personal docente contratado existen distintas figuras de acuerdo a las obligaciones del docente, la trayectoria profesional y el grado de conocimiento:
1) Ayudante: Los profesores ayudantes son personas admitidas en programas de doctorado que quieren completar su formación docente e investigadora y colaboran con las tareas prácticas. El contrato no puede superar los 5 años.
2) Profesor Ayudante Doctor: Estos docentes deben tener la acreditación de la Aneca o de la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Castilla y León (AcsuCyL), tener una jornada a tiempo completo y realizar tareas docentes y de investigación en la institución.
3) Profesor Contratado Doctor: Estos profesionales también deben tener la aprobación de la AcsuCyL o la Aneca y realizan tanto tareas de docencia como de investigación, pero sus contratos son de duración indefinida y a tiempo completo.
4) Profesor Asociado: Son aquellos que desarrollan una actividad profesional fuera del ámbito académico, tienen un trabajo externo a la Universidad e invierten algunas horas en la docencia, a través de un contrato temporal y dedicación a tiempo parcial.
5) Profesor Visitante: Son profesionales que provienen de centros de estudios externos (nacionales o extranjeros) y vienen de visita para realizar tareas docentes y de investigación por un tiempo. A fecha diciembre 2021, la ULE contaba con dos docentes.
6) Profesor Colaborador.profesores contratados para las Escuelas Universitarias y Técnicas. Cuando obtienen el doctorado y la acreditación se transforman en profesores contratados doctores.
7) Profesores Eméritos. La universidad puede nombrar profesoras y profesores jubilados que hayan prestado sus servicios a la institución académica. En la actualidad, Marcelino Pérez de la Vega, Fernando de Arvizu, Isabel Cantón, José Carlos G. Boixo, Federico Bernaldo de Quirós, Juan Carlos Fernández Tejerina, y Vicente Gaudioso ostentan la categoría de Eméritos de la ULE.
En definitiva, son necesarios doce años de promoción interna y el paso por distintas categorías para conseguir un contrato de trabajo estable y con un salario digno. Un plazo que aumenta hasta los 20 años si el objetivo es ser catedrático.
La compleja y exigente carrera para llegar a profesor universitario
La ULE cuenta con 952 profesores y cerca de la mitad han pasado por distintas categorías y acreditaciones hasta alcanzar la estabilidad docente
03/02/2022
Actualizado a
03/02/2022

Lo más leído