De esta manera, 66.129 leoneses no cuentan con ninguna sucursal disponible en su término municipal. Así, León es la segunda provincia del país en número de ciudadanos que no tienen ningún banco o caja en su ayuntamiento. Solamente Barcelona cuenta con más personas que no tienen una oficina a su alcance, pero solamente implica un 1,4 por ciento del total de su población mientras que en León alcanza el 14,3 por ciento.
Según los datos que figuran en la Revista de estabilidad financiera del Banco de España, en base a sus informes propios y del Instituto Nacional de Estadística (INE), 71.627 personas de la provincia no disponían de banco en su municipio a finales del 2017. En el último ejercicio, esta cantidad ha caído pero debido principalmente a la merma en el padrón provincial que en un año perdió a 4.570 personas.
Y es que la sangría poblacional tiene una herida paralela en la realidad bancaria. Si en 2008 había 555 oficinas abiertas en León, una década después había 390. Una caída que se sitúa cerca de un 30 por ciento. Una media de más de 16 sucursales cierran cada año en la provincia leonesa según el INE y el Banco de España.
Tendencia hacia la banca digital
La banca móvil y las llamadas oficinas digitales se han convertido en la tónica general dentro del sector financiero nacional y, por tanto, también de la provincia leonesa. Los clientes se han rodeado de tecnología y esperan que su entidad bancaria se actualice de la misma manera y ofrezca comodidad, seguridad e inmediatez a partes iguales en sus servicios en internet y en apps para smartphones.Las compañías bancarias han asumido estos cambios en los hábitos de consumo y, de esta manera, la digitalización unida a la fuerte crisis económica ha llevado al cierre de unos 18.000 bancos en España en tan solo una década. Por el momento, la banca física no parece peligrar pero las reestructuraciones orientadas a este nuevo modelo también se están cobrando un elevado número de empleados en las sucursales. De esta manera, uno de cada tres trabajadores bancarios han perdido su puesto en la última década, según los datos de la a Confederación Española de Cajas de Ahorros (Ceca).