La deuda que nació en los 90

En el año 1998 Villaquilambre apenas tenía 7.398 vecinos y presidía el Ayuntamiento el socialista Antonio Ramos, un histórico alcalde cuya gestión durante ocho años le valió tener una calle a su nombre. Eran años en los que aún el municipio parecía que estaba muy lejos del centro de la capital, pero solo era una apariencia, puesto que un lustro después el censo de todas las localidades del Consistorio empezó a crecer de forma considerable. Y la deuda, según se ha podido comprobar, también.

Porque ahora el Ayuntamiento presidido por el popular Manuel García debe 9.330.762 euros, según consta en el cierre del ejercicio 2016 y también en los presupuestos de este año, que destinan 1.255.000 euros a aliviar esta enorme cantidad. Pero si se analizan las cuantías que el Consistorio debe afrontar en los próximos años para que por fin pueda solventar todo lo que debe a sus acreedores, todos ellos entidades financieras, llama la atención que los préstamos no se han generado en los años de mayores dificultades económicas, sino que se inician precisamente en el año 1998.

En ese ejercicio fueron hasta siete préstamos los que se solicitaron a los bancos, tres de ellos para afrontar otros anteriores, otro para renegociar también uno pasado, dos para cancelar operaciones de tesorería y uno más para las inversiones que se habían realizado el año anterior. En total fueron 3.007.553 euros los que ingresó gracias a estos créditos bancarios el Ayuntamiento, pero lo que realmente llama la atención es que aún se deben de algunas de estas partidas cantidades como 8.838 euros por el primero de los préstamos solicitados por el equipo de gobierno de Antonio Ramos.

De los créditos de aquel año aún se deben 244.479 euros, en los que hay cantidades que se adeudan de 9.683 euros por dos operaciones de este tipo.
Son por tanto cifras que para un Ayuntamiento que este año tiene un presupuesto de 11.411.309 euros podrían haberse amortizado si no fuera porque se suscribieron entonces con varios años de plazo para hacerlas frente.

Según consta en los informes de Tesorería del Ayuntamiento de Villaquilambre, estas cantidades que rondan entre los 8.000 y 9.000 euros se repiten con créditos concedidos durante el año 1999, ya que en ese ejercicio se solicitaron otros cinco, en este caso para obras y convenios con Iberdrola y Feve.

La lista sigue con otro más en 2002, cuando se pidieron 703.960 euros para financiar un crédito extraordinario de 2001, del que aún se deben 205.557 euros, mientras que un año después se solicita otro de 500.000 euros para hacer frente a inversiones y otro para el PGOU y un edificio en Robledo de 250.000 euros: aún se adeudan 162.500 euros y 90.962 euros respectivamente.

La tendencia en años sucesivos en los que se piden nuevos créditos continúa al alza, como se demuestra en 2004, 2005, 2007, 2008, 2009, 2010 y 2011, cuando se piden otros préstamos que se siguen debiendo pero con cantidades que oscilan entre 87.000 y 1,6 millones.

El último crédito que pidió el Ayuntamiento fue en el año 2012, correspondiente al ICO, que fue de 4.202.784 euros y del que se adeuda aún la mayoría, puesto que solo se han amortizado 300.000 euros aunque el Consistorio dio cuatro años de carencia. Eso sí, solo tiene una década para sufragarlo de forma completa, por lo que en el año 2026, si se cumplen las condiciones impuestas por el Ministerio de Hacienda, ya debería haberse pagado todo lo que se debe.

Son en total cinco las entidades financieras a las que el Ayuntamiento tiene que ir pagando durante los próximos años todos estos créditos: Caja España, Abanca, La Caixa, BBVA y Santander.