"Estamos muy contentas", asegura Ángeles, que lleva quince años trabajando en la cocina de esta residencia de mayores y fue la primera de la plantilla en vacunarse. Después de pasar por todo el proceso (dos dosis con un margen de administración de 21 días y siete más hasta conseguir la inmunidad) confirma que está "muchísimo más tranquila" aunque alerta de que "no hay que bajar la guardia y hay que seguir protegiéndose, más aún en un sitio como este".
Tanto ella como Azucena han vivido con especial intensidad esta primera mañana como inmunizadas. "Nos hemos hecho famosas", bromeaba Azucena, de 90 años, mientras atendía las llamadas de los medios de comunicación. "Somos unas privilegiadas por haber sido las primeras vacunadas", confesaba Ángeles.
La vacuna les ha dado "mucha esperanza en que esto se acabe cuanto antes". "A ver si acabamos con este puñetero bicho", pedía Azucena. A sus 90 años, esta mujer asegura que está "muy contenta" y que las dosis a penas le provocaron "un poco de desgana, como que estaba sin fuerzas ese día, pero tampoco para darle importancia", celebraba. "Con los años que uno tiene pues hay días de rosa y días de gris", apunta.
Hasta la llegada de la ansiada inmunidad los meses de pandemia han sido duros. Azucena cuenta que en la primera ola se contagió, aunque por suerte fue asintomática. Estuvo mes y medio "encerrada en la habitación", "estaba bien, pero mes y medio en una habitación mirando para la pared como decía yo pues se me hizo bastante cuesta arriba...". "Pero mira, ya pasó todo, ya todo pasó y ojalá que pase todo de una vez y podamos vivir todos tranquilos por fin", espera.
A pesar de ello, Azucena asegura que "aquí hemos vivido bien, porque esta es una casa muy hermosa que tiene unas terrazas muy grandes muy grandes, patios, abajo tenemos jardín... al menos no nos hemos encontrado entre cuatro paredes y hemos estado bien dentro de lo que cabe". Además, celebra, "en esta santa casa nos cuidan como reinas, estamos muy bien muy bien, nos atienden maravillosamente y yo creo que por eso vivimos mucho, que yo tengo 90 años y estoy estupendamente, eso quiero que lo sepa la gente".
Ella tiene tres hijos, cinco nietos y un biznieto, además de otro que viene en camino. Dos de sus hijos viven en Madrid y la pequeña, en León. "No podemos salir ni aquí puede entrar nadie, pero los veo por videoconferencia, uno tiene que consolarse con eso ahora", asegura. Con su hijo, que es médico y trabaja en La Paz, hablará a través de la tablet este miércoles por la tarde, recuerda con alegría.
Por su parte, Ángeles confiesa que "ha sido duro", especialmente los primeros meses. "En marzo cuando se cerró todo venías con la incertidumbre de qué va a pasar, con muchísimo miedo", pero "a día de hoy ya vienes un poco más relajada". Eso sí, considera que "la gestión ha sido muy buena" y "estamos muy contentos", tanto con la residencia como con la zona de salud de José Aguado. "Han estado muy pendientes de todo en todo momento, este martes nos hicieron test de antígenos, la semana pasada después de la segunda dosis también y nos han hecho muchas PCR", explica.
Ya inmune, Ángeles pide "a todo el mundo que se vacune, que a ver si así podemos acabar con este bicho".
