Los trabajadores han convocado a partir del próximo sábado 1 de abril un paro que en principio se extenderá hasta el 10 del mismo mes, es decir, durante toda la Semana Santa, pero se puede convertir en indefinido si la postura de la empresa Urbaser, gestionada en Castilla y León por Óscar Ranzo, sigue como hasta ahora. Junto a Onet-Seralia, aunque en menos parte, se trata de la empresa que gestiona el servicio en todos los territorios afectados, una empresa que a lo largo de los últimos meses ha emprendido liquidaciones de otras compañías de su propiedad históricamente vinculadas a la provincia de León, dejando a más de 130 personas en la calle sin explicaciones ni las correspondientes indemnizaciones en la mayoría de los casos, lo que ha provocado un reguero de juicios contra la multinacional.
La ausencia de voluntad de acuerdo por parte de la empresa es lo que ha llevado a los tres grandes sindicatos, CCOO, UGT y USO, a convocar esta huelga a la que previsiblemente se sumarán un centenar de trabajadores, debido a “la testarudez de la patronal del sector, y la posición de las empresas cuyo su afán de incrementar ganancias y restringir los derechos de los trabajadores les ha llevado a no firmar un marco estable laboral desde hace tres años”. De hecho, hasta el próximo 31 de marzo, menos de 24 horas antes de que empiece la huelga, no hay prevista ninguna reunión con los responsables de la empresa.
Las poblaciones afectadas y mancomunidades serán los ayuntamientos de Sariegos, Sahagún, Santa María del Páramo, Garrafe del Torío, Valdepiélago, Cuadros, Vega de Infanzones, las mancomunidades del Páramo, Curueño, Órbigo, Órbigo Alto, Valdería, Maragatería, Vega del Tuerto y los pueblos de la Bañeza, Lancia, Sobarriba, Bierzo, San Emiliano, Montaña Central, así como los supermercados Mercadona, la base militar de Ferral del Bernesga y el resto de la provincia.
Ayuntamientos como el de Santa María del Páramo ya han mostrado públicamente su preocupación por esta huelga, y han hecho un llamamiento a los responsables de Urbaser y Onet para que atiendan “los planteamientos muy sociales y asumibles por parte de las empresas“.
Los sindicatos denuncian que empresas como Urbaser “desmontan sus delegaciones en la provincia de León para llevárselas a Valladolid”, donde “centran sus decisiones directivas” y “desatienden” a los ayuntamientos y mancomunidades leoneses, donde “perciben presupuestos públicos y prestan servicios de calidad cuestionable”. Desde los sindicatos se advierte que en algunos de los casos la concesionaria no pone reparos a las subidas salariales o al reconocimiento de antigüedad, que cobra de la adjudicataria aunque no se la termina pagando a los correspondientes trabajadores y eso hace que aumente su beneficio.
Huelga en Burgos
En el caso de Urbaser, la historia se repite también en otras provincias de Castilla y León, como es el caso de Burgos, donde los trabajadores del servicio de recogida de basuras también irán a la huelga durante la Semana Santa. En este caso, las instituciones también han hecho un llamamiento a la multinacional para que atienda las reivindicaciones de los trabajadores, sin que haya surtido efecto hasta el momento. Una mayoría amplia de un 92% los participantes en la asamblea apoyan esta huelga, que se confiesan hartos de la postura «inamovible» de la empresa en las negociaciones del convenio colectivo, el comité ha decidido romper, por ahora, las conversaciones a la vista de que las posturas de ambas partes, empresa y trabajadores, están todavía muy lejos, según informaba ayer el Correo de Burgos.