El número de donaciones y donantes de sangre durante los últimos años ha ido disminuyendo poco a poco. Cada vez quedan menos vecinos en el medio rural y en la comarca del Páramo en concreto El número de donaciones y donantes de sangre durante los últimos años ha ido disminuyendo poco a poco. Cada vez quedan menos vecinos en el medio rural y en la comarca del Páramo en concreto. La población más numerosa es la de mayor edad y eso significa que en muchos casos no cumplen con los requisitos sanitarios para que su sangre pueda servir para curar a los demás. La despoblación merma a su vez las donaciones de sangre, siempre necesarias en el Hospital de León, desde donde han sido muchas las veces que han hecho llamamientos a la ciudadanía para que se acerquen a donar.
Santa María del Páramo, cabeza de comarca y localidad con mayor censo de la zona del Páramo, es consecuentemente la que más donantes tiene. En 2016 fueron 229, en 2015, 238; y en 2014, 209. En estos tres últimos años suman 619 donaciones en total. Tras él, de lejos, va Laguna de Negrillos, con 81 donantes el año pasado, cifra que se mantiene prácticamente. En Fontecha solo donó sangre un vecino, en Soguillo solo donaron dos, y cuatro lo hicieron en Audanzas del Valle, Grisuela del Páramo, Mansilla del Páramo, Pobladura de Pelayo García y Zuares del Páramo.
Donde ya no hay donantes
Hay pueblos que en estos últimos años han dejado de tener donantes en la comarca del Páramo. En 2014, Zambroncinos tuvo un donante que hizo dos donaciones,y Pozuelo del Páramo, tuvo otro que hizo tres donaciones. En 2016 ya nadie ha dado su sangre en estas dos localidades, como tampoco lo han hecho en La Milla del Páramo, otra localidad en la que ya nadie acudió en 2016 a donar su sangre. Aunque las cifras de población descienden, y con ello lo hacen el número de donantes y donaciones, el Páramo resiste en su generosidad y sigue acudiendo a los puntos de donación para ayudar a aquellos que más lo necesitan cuando la salud juega una mala pasada.