La Asociación considera contraproducentes las nuevas medidas y se apoyan en las palabras del vicepresidente de la Junta de Castilla y León: "ya lo dijo Igea, que los bares cierren no tiene sentido porque la gente, los más jóvenes, pueden seguir juntándose en ocio sin control, bien sea en botellones o en fiestas en casas", señala Méndez.
Y es que los hosteleros piensan que las decisiones que se están tomando actualmente "son de origen medieval" y no están evolucionando. "La solución no puede ser únicamente cerrar los establecimientos", lamenta Méndez, "existen otro tipo de medidas como controlar la calidad del aire o los tipos de ventilación", añade.
Es por esta razón que desde la Asociación de Hostelería de León creen que la Administración no les tiene muy en cuenta a la hora de tomar las decisiones porque "para nosotros no era una opción cerrar ahora, y al final han decidido hacerlo pese a todo".
Bares aún cerrados
La mayoría de bares en León están prácticamente en funcionamiento, pero "hay un 10-15 % de establecimientos que aún no han abierto", señala Méndez. Sobre todo los destinados al ocio nocturno. "Hay bares de noche que no llegaron a abrir porque con las limitaciones de aforo no les es interesante. En la hostelería de día también hay propietarios que no han levantado la persiana todavía", comenta el presidente.
Una situación que afecta también al empleo en el sector, y que se pone de nuevo en manifiesto con las nuevas restricciones de este jueves. "Los bares de noche habían sacado a algunos camareros del ERTE, pero ahora tendrán que volver a la situación en la que estaban o incluso despedirles, dependiendo de la realidad de cada uno", comenta Méndez.
Responsabilidad individual
El presidente de la Asociación de Hostelería y Turismo de León hace una llamada a la responsabilidad, tanto para hosteleros como para clientes. "Hay que saber comportarse, saber estar en un establecimiento, mantener la distancia, usar la mascarilla... Después de un año todos sabemos lo que tenemos que hacer", cuenta Méndez.
Un mensaje que también envía a sus propios compañeros del sector porque "aunque a nadie le gusta decirle nada al cliente, que es el que viene a consumir, es nuestra responsabilidad mantener a las personas relativamente controladas. En el ocio nocturno, por ejemplo, si hay un portero tendrá que hacer revisión de vez en cuando para que la gente lleve la mascarilla, para que cumplan las medidas", apunta.
Respecto al número de inspecciones realizadas en los bares de León, que encabeza el ránking con 18.700 intervenciones hasta ahora, pero no el número de denuncias, que son 6.700, Martín Méndez considera que son necesarias: "esperemos que las sanciones sean de verdad y no se queden en palabras. Si los que no cumplen no se sancionan, es una competencia desleal para los que sí cumplimos".