Así lo apuntó hoy Juan Carlos Suárez-Quiñones, durante la inauguración de la exposición ‘Panorama de Obras de la XV Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo, BEAU’, que acoge la localidad leonesa de La Bañeza. Se trata de la primera vez que la Bienal realiza una exposición itinerante, en un intento de acercar sus contenidos a la sociedad y en consonancia con el lema del certamen, ‘España vacía, España llena. Estrategias de conciliación’, convocado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en colaboración con el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España y la Fundación Arquia.
De esta manera, la muestra, compuesta por las 20 obras ganadoras de las 581 propuestas, viajará a otros lugares como Cantabria, Sevilla, Tokio, Emiratos Árabes, Estados Unidos o Méjico tras partir su andadura en la ciudad leonesa.
El consejero de Fomento y Medio Ambiente resaltó que “mucho tiene que decir la arquitectura y el urbanismo que se muestra en la exposición con la felicidad de las personas, la forma en que viven y las interacciones económicas y sociales, así como en la calidad de vida”.Por esta razón, Suárez-Quiñones apostó por “tratar de que el urbanismo y la arquitectura contribuyan a hacer ciudades amables y paseables con entornos urbanos a la disposición de los ciudadanos y que sean más resilientes y respetuosos con el medio ambiente”, ya que “mucho tienen que decir las ciudades en el compromiso contra el cambio climático, su eficiencia energética, accesibilidad y su forma de tratar a las personas”.
Todo ello tiene, para el consejero, “relación con lo que hacen las administraciones” a través de políticas de regeneración y renovación urbana en las que “Castilla y León es un referente desde hace muchos años” con la inversión de más de 300 millones en rehabilitar espacios públicos y viviendas para “quitar escalones de calidad en las ciudades”.
Una política que “ahora es refrendadas por los fondos europeos Next Generation, que permitirán que la Junta cuente con 218 millones para políticas de rehabilitación que confirmen el mirar hacia la ciudad que necesita una renovación de calidad”.
Por su parte, el comisario de la exposición, Óscar Ares, explicó que hasta ahora la exposición “ha estado siempre en Barcelona”, mientras que hoy “llega a Castilla y León para estar en LA Bañeza”, en una reivindicación por la región y la España vaciada que “está llena de muchas cosas”.
Para Ares, los arquitectos “tienen las armas para saber qué respuesta dar en cada circunstancia”, ya que “no es lo mismo hacer una plaza en una pequeña ciudad que en una pequeña localidad”. Para ello señaló que se analiza el territorio, sus habitantes y sus necesidades para, en función de ello, “dar respuesta a sus necesidades”.
“No hay una arquitectura de la España vaciada y otra de la España llena, lo que tienen que haber son problemas específicos que respondan a situaciones concretas, independientemente de que se den en lugares más o menos densos”, apuntó el arquitecto, quien apostó por “acercarse con la arquitectura y el urbanismo a la sociedad”.
Finalmente, el alcalde La Bañeza, Javier Carrera de Blas, puso de relieve la “importancia” de que la Bienal haya puesto el foco en la España vaciada y en cómo poder solucionarlo, porque “si se perdiera esa España rural se perdería gran parte de la identidad y de lo que hoy se es como sociedad”, por lo que abogó por “ver lo que se quiere hacia el futuro para intentar solucionarlo”.