Se sabe que la joven asistió a la fiesta acompañada de dos amigas y que se despidió de ellas pasadas las dos de la madrugada. Antes —y según su madre confirmó a ABC— llamó para decir que no se retrasaría mucho y que no era preciso que bajasen a buscarla. "A las ocho y media de la mañana me desperté y descubrí que Diana no había dormido en casa", explica la progenitora. Entonces empezaron las llamadas a los amigos, a los conocidos y, por último, a la Guardia Civil de Boiro, que de inmediato activó todas las alarmas.
La maquinaria de búsqueda no tardó en ponerse en marcha y un testigo que estaba en la terraza de una pizzería confirmó con su descripción que Diana llegó a encarar el camino de regreso a casa —un trayecto de unos 20 minutos que remata en una zona poco transitada—, pero su rastro se pierde a apenas un kilómetro de la vivienda. Los padres de la joven, que la describen como una chica "muy tranquila y formal", insisten en que la ausencia de Diana no es voluntaria. "Estamos ante una retención ilegal por el perfil de la desaparición", apuntó ayer el progenitor al tiempo que lanzaba un mensaje a vecinos de la localidad. «Que todo el mundo entienda que esa niña que está ahí es mi hija, pero podría haber sido la de cualquiera. Esto necesita una solución rápida. Si nos pueden aportar cualquier referencia, por pequeña que sea...», solicitó. Entretanto, los agentes encargados del caso mantienen abiertas varias líneas de investigación, sin por el momento dar ninguna por segura.
Un enigmático mensaje
Una de las hipótesis con la que los investigadores trabajan se basa en un mensaje de móvil que Diana envió a un amigo de Madrid durante el camino de vuelta. La chica le habría comentado que estaba asustada porque un hombre reclamó su presencia con un "Morena, ven aquí", pero la comunicación telefónica se cortó a los pocos segundos. El amigo respondió al Whatsapp de Diana, pero ella ya no llegó a leerlo.
El móvil de la joven tampoco ha sido localizado y no da señal desde la mañana del lunes, el padre de Diana aseguró ayer que los agentes están analizando las llamadas del fin de semana Sin querer ahondar en el contenido de estos mensajes, la madre de la joven confirmó que la noche de su desaparición Diana estaba casi sin batería en el móvil, una evidencia que las amigas que la acompañaban confirmaron. "Quizás por eso no volvió a llamarme para que la fuese a buscar", manifestó la madre, que se despidió de su hija a las 22.30 horas, cuando la acercó a un parque situado en el centro de A Pobra. Aunque el teléfono móvil de la joven tampoco ha sido localizado y no da señal desde la mañana del lunes, el padre de Diana aseguró ayer que los agentes están analizando las llamadas entrantes y salientes que se registraron durante el fin de semana para descubrir si guardan relación con el suceso.
Los efectivos judiciales encargados del caso también registraron durante el día de ayer la vivienda familiar, de la que se llevaron algunas pertenencias de la joven que podrían ayudar en la investigación. En A Pobra, los carteles con la imagen de Diana Quer empapelan escaparates y postes. "Tiene pelo largo, liso, moreno, ojos oscuros y mide 1,75. La última vez que fue vista llevaba pantalón corto rosa, camiseta blanca y sudadera", rezan.