Quiñones, que ha visitado una de esas casas de camineros ubicada en la localidad de Astorga, ha explicado que se trata de una medida enmarcada en el Programa de Vivienda de la Junta de Castilla y León para esta legislatura, que permitirá “poner en actuación” 2.000 viviendas con 200 millones de euros en inversión, con el objetivo de “facilitar a la ciudadanía, especialmente a los jóvenes, una vivienda bien de compra o bien de alquiler”.
En este caso en concreto, se actuará en esas 133 viviendas de camineros para ponerlas a disposición, mediante la fórmula de alquiler bonificado, a menores de 36 años. Se trata de inmuebles que, según ha explicado el consejero, fueron construidos en los años 50 del siglo pasado, que se encuentran ubicadas a lo largo de toda la Comunidad, “para residencia de los trabajadores y de sus familias en el curso de las obras que iban realizando”.
Mejoras
En el caso concreto de la provincia de León, se habilitarán diez viviendas en Astorga, en un inmueble de cinco pisos, que hoy ha visitado el consejero, además de otras 28 en Valencia de Don Juan, con una inversión de cinco millones de euros.
En Astorga ya se están realizando las obras de acondicionamiento, con 900.000 euros de presupuesto, para llevar a cabo una reforma integral, construir una cubierta, una envolvente térmica, ascensor, calefacción y agua caliente por biomasa para “colocar a la vivienda en el Código Técnico de Edificios”. De esa obra se generarán diez viviendas “confortables” unos 80 metros cuadrados para el alquiler por parte de menores de 36 años.
"Proyecto de vida"
En este sentido, Juan Carlos Suárez-Quiñones ha explicado que el objetivo es que los jóvenes “tengan proyecto de vida en el medio rural” con estas actuaciones en “poblaciones pequeñas e intermedias” como un “vector contra la despoblación”. “El acceso a la vivienda es un de los problemas más grandes que tienen los jóvenes a la hora de independizarse y tener un proyecto de vida”, ha reconocido el consejero.
Así, ha recordado que desde la Junta de Castilla y León se han puesto en marcha medidas como el alquiler social, ayudas a la compra de viviendas que construye la propia junta de Castilla y León con un descuento del veinte por ciento o ayudas para el pago de alquiler de cualquier vivienda que esté en el mercado que, en el caso del medio rural, puede llegar al 75 por ciento del total.