Marca de calidad a la espera
Aunque Morán asegura que lleva cinco años estudiando la posibilidad de la que miel leonesa tenga marchamo de calidad, con la peculiaridad que, dentro de él, la Miel del Bierzo tenga su propia marca, no lo ha conseguido «es muy cara la tramitación», dice. Por eso, otra de las solicitudes de los apicultores a la Junta será que esos trámites se abaraten y así poder contar con un marchamo con el que poder comercializar un producto que, en el caso berciano, se va a Alemania principalmente, además de surtir a la propia comarca. Allí se escoge la miel de la comarca por encima de la del sur de nuestro país por la calidad «y se paga», dice Morán. Los precios este año están entre los 7 y 8 euros el kilo envasado y entre los 3,40 y 3,50 la que se vende a granel. Es un precio «adecuado y asumible», dice Morán. Ayer se habló de miel en León, donde se desplazaron los socios bercianos de la Asociación de Apicultores para escuchar la conferenciasobre «La calidad de los productos apícolas» impartida por el director de los laboratorios Apinevada de Granada.
En busca de la primera Asociación en Defensa Sanitaria de la comunidad
La Asociación Leonesa de Apicultores estudia conseguir que la Junta le de el visto bueno para formar una Asociación en Defensa Sanitaria, que permita hacer planes de actuación sobre las enfermedades comunes que afectan al sector. Este tipo de agrupaciones no se dan en este espacio apícola habitualmente y suelen realizarse en el mundo ganadero, pero Morán considera que sería un paso adelante fundamental, sobre todo de cara a la llegada de la vespa velutina, el depredador insecto que aún no ha tocado la comarca, pero al que se espera con miedo. Morán asegura que «llegará», pese a que se realizan catas periódicamente para detectar nidos y proceder a su eliminación. Por el momento no se ha detectado la plaga en la comarca, pero Morán tiene claro que entrará «no sé si será este otoño o para la primavera, pero está en Galicia», dice. Sí reconoce que la Junta ha activado los protocolos de detección pertinentes «porque no hay nada más», afirma. Si llega, asegura que arrastrará la mayor parte de las colmenas que existen por lo que localizar nidos y eliminarlos de inmediato es fundamental. Para poder formar esa ADS, que sería la primera que se crea en este sector en Castilla y León, la principal traba que encuentra la agrupación es la cantidad de colmenas asociadas con las que cuenta. Pese a que existen unas 42.000, en la asociación hay 26.000 y se requiere superar las 30.000 para poder optar a esa ADS. Por eso, lo primero que hará la agrupación leonesa es solicitar el rebaje a 25.000 de la Junta de Castilla y León, con el fin de acelerar el proceso, ya que, Morán asegura que, de cara al próximo año, sí cumplirán con esas cifras «si seguimos el ritmo de altas actual», dice.