Las declaraciones de la menor y sus padres centraron la segunda sesión del juicio del ‘caso Arandina’, que tuvo que suspenderse en dos ocasiones al entender el presidente del Tribunal que la víctima no estaba en condiciones de declarar debido a “su estado de nerviosismo” y hasta que ésta no se repuso, la sesión no se reanudó. “Ha habido que hacer un receso para que pudiera recuperarse y poder continuar contando lo que ocurrió”, dijo.
Las preguntas hacia la víctima fueron formuladas por las partes dado que no solicitaron que la menor fuera preguntada solamente por el juez, si bien el magistrado presidente del Tribunal preguntó cuando consideró conveniente aclarar algún aspecto. La práctica de que las preguntas sean realizadas solo por el presidente para evitar que tuviera que ser interrogada por el fiscal, dos abogados de la acusación y otros tres de la defensa es algo que suele llevarse a cabo cuando las víctimas tienen edades más tempranas.
La letrado de la víctima sostuvo que “ha sido una mañana durísima para ella, más tratándose de una menor que tiene que someterse a estos interrogatorios”. Además, precisó que ha habido una mampara “para que pudiera contestar sin tener que ver a los acusados”. También aseguró que no ha caído en “ninguna contradicción”, tal y como aseguraron los letrados de la defensa.
Asimismo, aseveró que la menor “ha explicado todos los hechos que ocurrieron y que denunció”, negando que haya contado “cuatro versiones distintas” como sostiene la parte defensora. “Versiones es la que es y la menor es lo que ha manifestado y declarado”, apostilló.
Ortiz también se refirió a que si bien “respeta” la práctica de la prueba para demostrar que los acusados conocían que la menor tenía 15 años en el momento de los hechos porque “son valoraciones de la sala que se deben respetar y lo deberán valorar sus señorías en la sentencia”, subrayó que “en la prueba practicada se acreditan los hechos denunciados”. “Ha sido un día importantísimo; la testifical en la exploración de la víctima es esencial”, enfatizó.
Mantenimiento de la declarado antes
Por su parte, la acusación popular, ejercida por la asociación Clara Campoamor a través del letrado Luis Antonio Calvo, coincidió con la versión relatada de la letrado de la acusación particular y sostuvo que “la niña se ha ratificado en la versión que siempre ha declarado”. “Ha sido siempre muy coherente en sus declaraciones y entendemos que hay una prueba suficiente de que los hechos han sucedido como siempre ella ha declarado”, aseguró.
Asimismo, negó que la víctima hubiera caído en “ninguna contradicción” y relató que la menor ha declarado que los futbolistas “si que sabían que tenía 15 años”. “A Carlos expresamente y los otros dos también lo sabían”, apostilló. “Se lo ha dicho por Instagram y también verbalmente”, añadió.
También añadió que la menor declaró que “un día concreto se lo dijo a dos de ellos cuando estaban en un bar, justo debajo de la casa en la que vivían, dado que eran vecinos”. Asimismo, Calvo señaló que la menor se decidió a denunciar unos días más tarde de suceder los hechos porque “se ha ido poco a poco dando cuenta de lo que realmente había sucedido y ahora lo que quiere es justicia”.
Parte defensora
Por su parte, uno de los abogados de la defensa, Rafael Uriarte, quien defiende al futbolista Víctor Rodríguez, reafirmó la inocencia de los tres futbolistas. Así, sostuvo que “los testigos han cometido muchas contradicciones” y que “cada vez estamos más contentos a pesar de que la acusación popular ha intentado guiar a alguno con artimañas extrañas”.
Asimismo, aseguró que los acusados desconocían la edad de la menor en el momento de los hechos denunciados y llegó a manifestar que “en absoluto” y que “tratan de demostrar que sabían que tenían 15 años pero es imposible”. Acerca de cómo vio las declaraciones de la víctima y de sus padres, Uriarte declaró: “Estaban en un momento de bastante teatralización y no se puede decir si el ánimo era cierto o fingido pero bien, hacían sus afirmaciones bien aprendidas”. Finalmente, aseguró que “los chavales están cada día más tranquilos”.
Tres largas horas
La menor, que en el momento de los hechos que se juzgan tenía 15 años, prestó hoy declaración ante la Sala de la Audiencia Provincial de Burgos durante tres largas horas. Lo hizo detrás de un biombo para evitar su exposición y cualquier contacto visual con los tres acusados, los tres exjugadores de la Arandina Club de Futbol.
Se trata de Carlos Cuadrado ‘Lucho’, Víctor Rodríguez ‘Viti’ y Raúl Calvo, a los que se les juzga desde ayer 21 de noviembre por un presunto delito de agresión sexual a una menor de 16 años en noviembre de 2017 en un piso que compartían en la localidad de Aranda de Duero, así como de atentar contra su libertad sexual y de ser cooperadores necesarios en los hechos.
El juicio es a puerta cerrada, para así garantizar la protección de los menores de edad, tanto de la víctima como los intervinientes en el proceso que puedan declarar como testigos a través de las distintas partes personadas. Posteriormente, prestó declaración la madre de la menor que fue la primera en conocer lo que supuestamente la había ocurrido a su hija. Durante poco más de media hora, la progenitora -en calidad de testigo- se sometió a las preguntas de las partes y Ministerio Fiscal.
El último en hacerlo fue el padre de la víctima, quien presentó la denuncia 18 días después de los hechos denunciados. “Los padres han contado lo que la niña les contó porque ellos no vieron nada; son testigos de referencia porque cuentan lo que su hija les cuenta”, indicó el letrado de la acusación popular, quien desveló que se encontraban “afectados”.
Segunda sesión
La Audiencia Provincial de Burgos acogió durante cuatro horas (desde las 10.10 horas hasta las 14.15 horas) la segunda sesión, a puerta cerrada, del juicio del denominado ‘caso Arandina’ con las declaraciones de la víctima y sus padres, en el que se juzga a tres exfutbolistas de la Arandina Club de Fútbol, acusados por un presunto delito de agresión sexual a una menor de 16 años en noviembre de 2017 en un piso que compartían en la localidad de Aranda de Duero, así como de atentar contra su libertad sexual y de ser cooperadores necesarios en los hechos.
La menor llegó a las dependencias judiciales a las 9.30 horas en un vehículo con cristales tintados y acompañada de sus padres, y accedió directamente al aparcamiento subterráneo de la Audiencia Provincial de Burgos para evitar su exposición. Los tres acusados llegaron también en el mismo orden que en la jornada de ayer. Por un lado, Carlos Cuadrado ‘Lucho’, el más madrugador (9.15 horas), solo y en taxi. Y, por el otro, Víctor Rodríguez ‘Viti’ y Raúl Calvo, acompañados de sus respectivos abogados lo hicieron andando bajo un paraguas un poco más tarde.
Los tres exjugadores de La Arandina Club de Fútbol, Carlos Cuadrado Santos ‘Lucho’, Víctor Rodríguez Ramos ‘Viti’ y Raúl Calvo Hernández, prestaron ayer declaración. Las acusaciones y defensas presentaron antes de la celebración del juicio sus conclusiones provisionales. Así, la Fiscalía solicita 40 años para Raúl Calvo y 39 para los otros dos por un delito de agresión sexual a una menor de 16 años y otro contra la libertad sexual, como autores, y dos de agresión sexual como cooperadores necesarios. Además, 10 años de libertad vigilada e indemnización solidaria y conjunta de 50.000 euros y 20.000 más en el caso de Raúl Calvo.
Por su parte, la familia de la menor pide 44 años de prisión para los tres acusados, por los mismos delitos, e igual indemnización. Y la acusación popular, ejercida por la Asociación Clara Campoamor solicita 43 años y 8 meses para los tres, con mismos delitos. Por contra, las defensas plantean la absolución de sus representados al entender que no hubo delito y, por tanto, no puede existir ni autor ni cooperador del mismo.
Próximas sesiones
A partir del lunes, 25 de noviembre, prestarán declaración los cerca de 30 testigos propuestos por las partes (Fiscalía, acusaciones particulares y defensas). Se prevé que el primer día de la próxima semana se reanuden las sesiones con quince testigos, propuestos por las acusaciones y las defensas.
Entre ellos, están un tío y una prima de la menor, varios amigos y compañeros de colegio de ella, un amigo de los acusados y los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía (quienes previsiblemente declararán a través de videoconferencia). Así, se analizará la prueba pericial, con la declaración de profesionales del Cuerpo Nacional de Policía, médicos forenses y psicólogos.
Y, finalmente la prueba documental, que en este caso tiene bastante peso por los vídeos, audios y capturas de las redes sociales por las que se comunicaban los implicados en la causa. Tras las conclusiones definitivas y los informes de las partes, los acusados podrán hacer uso de su derecho a la última palabra el último día, previsto para el miércoles, 27 de noviembre.