El presidente de la Asociación de Operadores de Patata en Origen de Castilla y León (Asopocyl), José Ramón Aguado, aseguró hoy en Valladolid durante el II Encuentro Nacional de la Patata que las previsiones del sector en la Comunidad son “infinitamente mejores” que el año pasado, sobre todo por existir un 35 por ciento menos de producto a nivel nacional y la situación de carga es muy inferior al existente en 2014, lo que permite hablar de una campaña “relativamente buena”.
La cotización actual ya ronda esos precios en otras zonas de España donde ya han acabado o están inmersas en la recogida. Precisamente, Aguado recomendó a los productores de Castilla y León el arranque escalonado de la patata, en función de las necesidades de la demanda del mercado. “Hay que evitar arrancar mucho más de lo que podamos vender cada día porque es la forma de derrumbar los precios”, explicó.
La Feria de Muestras de Valladolid acogió el hoy el II Encuentro Nacional de la Patata con la presencia de agricultores, operadores y transformadores para analizar la situación del cultivo, precisamente a pocos días del inicio de la cosecha en Castilla y León. Hay que recordar que la región es la mayor productora de la patata en España. Pese a ello, Aguado reconoció que la Comunidad ha perdido unas 3.600 hectáreas, entre las 3.000 hectáreas menos sembradas y las otras 600 que han pasado del fresco a la industria.
El presidente de la Asociación de Empresas Productoras de Frutas y Hortalizas y Exportadoras de Andalucía y Extremadura (Asociafruit), Javier Boceta, valoró la “magnífica” campaña de exportación del producto a países como Holanda, Bélgica y Alemania. Frente a eso, criticó la postura de Francia que opta por no importar patata al apostar por un tubérculo refrigerado, “que lleva 11 meses en cámaras”.
Pero lo peor de todo, reconoció, es que una gran distribuidora francesa que ha inundado los lineales de este producto. Frente a eso alabó la apuesta de una cadena española -que no dio el nombre pero que es Mercadona- por la patata nacional que es un espaldarazo a los agricultores españoles y los empleos del país.
Ante este panorama, habló de una “pequeña nube” por la importación de patata francesa. No en vano, precisó que el sector español redujo la superficie un 25 por ciento pero se sigue trayendo patata francesa de mala calidad. Pese a todo mostró su optimismo al recuperar un 30 por ciento de potenciales consumidores como Cataluña y Portugal.
El sector apuesta por la interprofesional de la patata porque, en opinión del presidente de Asopocyl, es la “única herramienta” para organizar un sector “tremendamente desestructurado”. Un sector que, de momento, deberá esperar a contar con esta asociación que represente a la producción, la transformación y la comercialización. Todo ello con el objetivo de velar por el buen funcionamiento de la cadena alimentaria.
Aguado recordó que, en la actualidad, hay en marcha dos interprofesionales, una a nivel nacional que solo ha tenido dos reuniones y otra regional que se paralizó con las últimas elecciones. En todo caso, aseguró que los primeros resultados podrían verse a partir de la campaña del año próximo.
Desaparición del sector
Urgió contar con una interprofesional a nivel nacional para evitar, entre otras cosas, el riesgo de la desaparición de un sector, tal y como ha ocurrido en otros países. “Si años nefastos como 2014, en que el productor llegó a perder del orden de 3.000 euros por hectáreas por el desplome de los precios, se repitieran el cultivo correría mucho riesgo de desaparecer”, alertó. Además, mencionó la pérdida de consumo que ronda el 12 por ciento en los últimos seis años.
El presidente de Asopocyl informó a los asistentes al encuentro de la campaña puesta en marcha para promocionar el consumo de la patata nueva española, realizada bajo el eslogan ‘Patata nueva, la nuestra’. Una campaña que comenzó con los arranques en el sur de la península y que ha buscado dar a conocer al ciudadano las “bondades” de un producto y desterrar las ideas equivocadas de muchas personas porque aseguró que la patata es “sana y no engorda”. Eso sí, Aguado lamentó que la campaña no haya tenido más repercusión, motivado por la falta de ayudas públicas y contar solo con capital privado.