La 'nueva' cecina tendrá menos sal y tiempos fijos de curación

La Junta modifica el aparato administrativo de la IGP Cecina de León, mientras que el Consejo Regulador trabaja en cambios para el producto

Víctor S. Vélez
16/10/2018
 Actualizado a 16/09/2019
La IGP Cecina de León trabaja para una mayor promoción del producto. | SAÚL ARÉN
La IGP Cecina de León trabaja para una mayor promoción del producto. | SAÚL ARÉN
La Junta de Castilla y León modificó el reglamento del Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Cecina de León, con el objetivo de aumentar las garantías de origen y trazabilidad del producto. El Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) publicó este lunes la nueva normativa orientada a poner en valor la calidad de este producto y facilitar el acceso a la figura de calidad a todas aquellas industrias que cumplan los requisitos.

Los controles de calidad se extenderán ahora a todas las cadenas del producto, adaptándose a las condiciones que marcan desde Europa. También habrá un refuerzo del etiquetado del producto para que cumpla las directrices continentales.

La directora técnica de la IGP Cecina de León, Raquel Factor, explicó a este medio que los cambios publicados en el Bocyl afectan al "funcionamiento del aparato administrativo más que al propio producto". "Los cambios referentes a la cecina vendrán en el pliego de condiciones sobre el que estamos trabajando", apunta la responsable de la IGP.

Menos sal y tiempos de curación prefijados


Raquel Factor señala que el pliego se encuentra en una fase de elaboración y realización de estudios para, posteriormente, ser enviado a instancias europeas para su aprobación, en un proceso que "puede demorarse hasta un año". Entre los nuevos parámetros de la cecina certificada aparece una bajada en los índices de salinidad o fijar un máximo de 12 días de ahumado. Igualmente, se establece un período de curación mínimo de siete meses para la cecina que se elevará hasta un año en el caso de las piezas con etiquetado de reserva.

Las novedades del pliego también contemplan la comercialización de un nuevo corte de cecina: el centro de contra. "Es un despiece de la contra que consiste en retirar a la pieza el redondo y la culata, para lograr un producto más pequeño y elaborado", ha explicado la encargada.

Desde el Consejo Regulador se sacará a la venta
un quinto tipo de pieza: el centro de contra.
Por el momento, desde el Consejo Regulador se establecen cuatro cortes diferenciados: tapa, contra, babilla y cadera. El nivel de producción de todos estos productos de la IGP se sitúa entre 80.000 y 100.000 piezas al año, con una facturación superior a los nueve millones de euros.

Actualmente, bajo el paraguas de la IGP se aglutinan nueve empresas productoras. "Lo ideal es que estuvieran todas aquellas que hacen cecina de calidad, puesto que todas se benefician de la labor de promoción que hacemos desde el Consejo Regulador", manifiesta la directora técnica.

Una línea promocional que, según explica Raquel Factor, está orientada al consumidor final. "Queremos que el comprador conozca las diferencias entre un producto certificado y otro que no lo está", señalan desde la IGP.

La directora técnica también lamenta las pocas ayudas concedidas a la promoción en el exterior del producto leonés por excelencia. "Todavía se está dando a conocer la cecina a algunas provincias españolas", matiza Factor.

Cambios en el Consejo Regulador


La nueva normativa aprobada este lunes a nivel autonómico permitirá poner en valor la calidad de este producto, facilitar el acceso a la figura de calidad a todos aquellos operadores que cumplan los requisitos y aumentar las garantías de los consumidores mediante el refuerzo de los sistemas de control oficial. Los cambios realizados van en la línea de resaltar la calidad del producto, aumentar el número de operadores y dar mayores garantías a los consumidores. Entre las modificaciones que incluye la nueva normativa está la dotación de una mayor autonomía al Consejo Regulador, que persigue la simplificación de tramitaciones y la optimización de recursos.

Respecto al control de calidad, se extiende a todas las etapas de la cadena de valor y se adapta a la actual reglamentación autonómica, nacional y europea. La IGP Cecina de León busca, con estas modificaciones en su reglamento, continuar creciendo y dar un valor añadido a los productos que ampara. La posibilidad de aumentar los nueve operadores incluidos en la marca permitiría un considerable aumento de la producción anual.

La IGP Cecina de León tiene un nivel de producción anual que se sitúa entre 80.000 y 100.000 piezas. Uno de los apartados más relevantes del reglamento es la financiación del Consejo, que principalmente estará a través de la recaudación de cuotas de diversa tipología. Por un lado, de inscripción en el registro de industrias elaboradoras, con hasta un máximo de 300 euros. Por otro, de mantenimiento en ese registro, con un tope de 1.000 euros. Existirá también otra sobre modificaciones de la inscripción, de hasta 150 euros, y una cuota sobre productos amparadas de hasta 0,90 euros por pieza comercializada. Estas cantidades se podrán deducir anualmente de la cuota de mantenimiento hasta la cantidad fijada. Estas cuantías serán fijadas año tras año en el pleno del Consejo Regulador.

Por otra parte, la financiación de la IGP también se hará mediante los bienes que constituyan su patrimonio y los productos, rentas y ventas del mismo. También servirán para sostener la marca las subvenciones y donativos recibidos y las cantidades que pudieran percibirse como indemnizaciones por daños y perjuicios ocasionados a la figura de calidad.

La cecina de León es un producto cárnico curado, elaborado a partir de cuartos traseros de ganado vacuno mayor, sometida a un proceso de salado, lavado, asentamiento y secado. Su elaboración, con óptimas condiciones de altitud y clima en la provincia de León, dota a la cecina de un singular sabor y de su característico color, jugosidad y poca fibrosidad.
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