Los últimos datos que facilita el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre población residente cifran en un total 448.384 los habitantes que tenía la provincia de León a comienzos del presente año. La cifra supone un descenso de 998 con respecto a 449.382 contabilizados en enero de 2022. La despoblación sigue haciendo mella por tanto en lo que a cifras globales se refiere, pero no ocurre lo mismo entre las personas que llegan a nuestra provincia desde otros países en busca de un futuro quizá más prometedor.
Si ya el año 2021 había dejado el dato más elevado desde 2008, cuando se desató la crisis económica que supuso además el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y que derivó en un descenso de la población inmigrante que residía en tierras leonesas, el pasado ejercicio dejó una cifra récord en una serie histórica que comienza en 2003.
Concretamente, el colectivo de extranjeros con certificado de registro o tarjeta de residencia en la provincia de León estaba formado al cierre del pasado ejercicio por un total de 26.599 personas, lo que supone un incremento de 926 y de un 3,6% en comparación con los 25.673 que se contabilizaban el 31 de diciembre de 2021, según los datos que facilita el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Es preciso destacar que se consolida una tendencia al alza que se inició en el año 2017 de la mano de la recuperación económica tras la devastadora recesión de 2008. Son ya por tanto seis años en los que la llegada de personas de otras nacionalidades han contribuido a paliar en parte la pérdida demográfica general que padece nuestra provincia.
Otra cuestión a tener en cuenta es que los años marcados por la pandemia de coronavirus no sirvieron para poner freno a esa tendencia al alza pese a las restricciones a la movilidad que se decretaron y que tuvieron lugar fundamentalmente a lo largo del año 2020.
Al margen de los datos previos al proceso de regularización de inmigrantes que impulsó el Gobierno de España puso en marcha en la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, el dato mínimo se alcanzó en diciembre de 2016, cuando la cifra se situó únicamente en 22.940. Aquel cambio de tendencia se analizó entonces como una muestra de los efectos que la recuperación económica estaba teniendo en el mercado de trabajo en la provincia de León, que se basa en buena medida en el sector servicios y que volvía a ganar atractivo para aquellas personas que deciden dejar su país en busca de un futuro más próspero. Aunque los incrementos desde entonces no pueden considerarse importantes, sí se han convertido en constantes y no dejan de ser esperanzadores para una tierra cuya sangría demográfica no parece tener freno.
Baja natalidad y éxodo juvenil
El constante descenso de la natalidad entre los españoles y el éxodo de muchos jóvenes que hacen sus maletas para poder encontrar un empleo hace que la llegada de extranjeros pueda representar un arma contra la despoblación en las zonas urbanas, pero sobre todo en las rurales. En muchas de ellas los inmigrantes garantizan la continuidad de escuelas abiertas y de oficios que muchos españoles no quieren desarrollar. Es por eso que León sigue necesitando ser una provincia multicultural para que pueda ser también menos despoblada.Finalmente, en cuanto a los países de origen de los inmigrantes que residen en nuestra provincia, destacan Portugal (4.038), Marruecos (3.586), Rumanía (3.498), Bulgaria (3.214), Colombia (1.349), Venezuela (850), Ucrania (844), República Dominicana (836), Italia (645), China (643), Hungría (627), Brasil (558), Francia (460), Polonia (325), Reino Unido (325), Alemania (284), Ecuador (274), Argentina (266), Perú (261) y Cuba (246).