Así y todo se trata de muertes ‘evitables’ por lo que se debe seguir trabajando la concienciación y sensibilización de los conductores, más aún cuando la provincia encadena dos años de incrementos.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicaba la pasada semana la estadística de defunciones según la causa de la muerte. Al margen de las derivadas de problemas de salud refleja las que se deben a otras causas, porcentaje que se ha ido reduciendo año tras año dentro del total. Un total que ha ido engordando año tras año en la provincia, cada año ha ido muriendo más gente, aunque menos por las citadas causas externas entre las que se encuentran los accidentes de tráfico, los suicidios, las complicaciones médicas, los ahogamientos o los homicidios, entre otras.
Mal comienzo de año en España
En León, hace sólo tres días que la provincia tuvo que lamentar nuevas víctimas de tráfico. Dos personas fallecidas en una colisión entre un coche y un camión. Además, en lo que va de año otras dos personas han perdido la vida en siniestros relacionados con vehículos a motor, una joven en Montejos que se cayó de la moto con la que iba escoltando la Cabalgata de Reyes del municipio, y un hombre que resultó atropellado en La Bañeza.
El primer trimestre deja 275 fallecidos en las carreteras de España, 28 más que en 2015, un notable aumento que da paso a un mes de abril que arranca con siete muertos en un accidente.
Desde Tráfico explican a Efe que no se pueden obviar las circunstancias concretas de la siniestralidad para analizar la situación. Por ejemplo, el hecho de que la Semana Santa, el periodo del año con más viajes –14,2 millones–, haya caído este año en marzo y no en abril, por lo que la comparativa trimestral no es equiparable.
Precisamente, estas vacaciones, con 41 fallecidos -siete más que en 2015- han estado marcadas por el accidente del autobús en la AP-7 en el que perdieron la vida 13 jóvenes, un siniestro que ha hecho de esta Semana Santa una de las más trágicas de los últimos años.
A este factor, la DGT suma otros indicadores no tan puntuales para explicar el aumento de la siniestralidad como el incremento de la movilidad en los últimos meses o la subida de las víctimas mortales que viajan en coches antiguos.