En el primer examen, Lengua Castellana y Literatura, los estudiantes han podido elegir entre la poesía de Antonio Machado y el teatro de Antonio Buero Vallejo, además de un comentario de texto de Javier Cercas y, en la otra opción, de la escritora Najat el Hachimi. La mayoría de estudiantes salían contentos y relativamente tranquilos. "Nos cayo la generación del 98, bastante fácil, mejor de lo que esperaba”, comentaba Marina. "Ha sido ajustado a los contenidos, salimos contentos", apuntaba Héctor. "Nerviosa, pero sabía que lo iba a poder hacer bien", añadía Paula.
Esto es lo que comentaban algunos alumnos mientras tomaban un café rápido a las 10 y media, entre los últimos repasos antes del siguiente examen, Historia de España, un examen que suele ponerles nerviosos ya que habitualmente seleccionan y estudian solo una parte de los temas, dada la amplitud de los contenidos que entran en la prueba. "Como no caiga el Al-Ándalus, vamos muy mal”, aseguraba Paula. Luego tendrán un descanso para comer y por la tarde, el examen de idiomas, que será inglés de forma mayoritaria, pero también pueden realizar el de francés o alemán.
Ebau de "optatividad y sencillez"
Una Ebau de continuidad del modelo de la Covid, marcada por "la optatividad y la sencillez de los exámenes", ha explicado Esther Seijas, coordinadora de la Ebau. "Los alumnos han estado muy tranquilos, no hemos tenido incidencias y sondeándoles a la salida, estaban todos muy contentos, con los nervios lógicos de la prueba”, ha añadido la profesora, que este año coordina desde León la Ebau a nivel de toda la Comunidad Autónoma. Desde aquí se coordinan las preguntas para todos los exámenes de Castilla y León.
El llamamiento a las aulas que tenía que ser desde el exterior, se ha modificado por la lluvia. "Hacemos un llamamiento inicial que normalmente hacemos desde el exterior, pero lo hemos llevado dentro a la puerta del aula", ha explicado la coordinadora. Allí verifican la identidad de los alumnos antes de colocarles en las mesas del aula. "Alguno se ha olvidado el DNI en el trayecto desde el coche hasta el aula, pero son muy previsores porque han traído su pasaporte”, ha añadido Esther Seijas como anécdota.
No hubo más incidencias en esta primera jornada de pruebas comunes. Mañana jueves y el viernes será ya el turno de los exámenes de modalidad, como biología o economía. En estas pruebas, antigua Selectividad, los estudiantes se juegan un 40% de la nota, el resto, el 60%, corresponde al esfuerzo realizado realizado durante los dos años del bachillerato. "Esto se mantiene, sigue habiendo un peso mayor del bachillerato, y la prueba une las dos notas hasta llegar al 10”.
"Después está el ansiado 14 para los grados competitivos", ha añadido la profesora y coordinadora, con las dos pruebas en las que "puntúan doble". No todos llegan a la Ebau con la carrera que quieren estudiar decidida, pero los que aspiran a carreras con mayor demanda, que a veces necesitan notas superiores al 12 o 13, estaban más nerviosos. Los que no, estaban más relajados. "Yo quiero hacer educación infantil en León así que aspiro ahí al 6”, decía Marina. En el caso de Héctor y Paula, ambos se postulan para Derecho, también en la ULE, por lo que en estos casos no necesitarán una nota excesivamente alta.
El acceso a los exámenes debía hacerse con una bolsa transparente de forma que fuesen visibles los objetos personales y con el móvil apagado. Sólo un vistazo a los apuntes de última hora, resguardándose de la peligrosa lluvia que mojaba los papeles, servía para calmar los nervios en el primer día que pisan las aulas de la Universidad antes de formar parte de ellas de forma oficial.