El U-Ranking, que elabora conjuntamente la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), ordena las 48 universidades públicas y 14 privadas con información suficiente en función de su rendimiento docente, de investigación y de innovación y desarrollo tecnológico. El estudio, consultado por la Agencia Ical, corrige los efectos del distinto tamaño de las instituciones con el objetivo de hacerlas comparables.
El rendimiento es una relación entre el volumen de los resultados que las universidades logran en las áreas analizadas, relativizado por los recursos empleados para conseguirlos. Es decir, si dos universidades generan los mismos resultados, la que utiliza menos recursos para ello tendrá un rendimiento mayor.
En ese sentido, el rendimiento de la Universidad de Burgos se sitúa en el sexto puesto, con un índice del 1,1, frente al primer lugar que ocupa la Universitat Pompeu Fabra, con un 1,7, seguida del segundo lugar de la Carlos III (1,5), y el tercero que comparten la Politècnica de Catalunya y de València (1,4). Es decir, las universidades públicas lideran el Sistema Universitario Español.
U-Ranking 2019 muestra una situación de “elevada” estabilidad de resultados en comparación con los obtenidos en 2018, algo que los autores del estudio apuntan como “esperado” porque los indicadores se calculan como medias móviles y no se han producido cambios estructurales “significativos”. En ese sentido, las universidades con las siete mejores puntuaciones respecto al año pasado repiten en esta edición. Las instituciones de Castilla y León también repiten en puesto y calificación, salvo la UBU que escala dos puestos al pasar del octavo lugar en los análisis de 2017 y 2018 y un índice del 0,9 a la sexta posición, con un valor de 1,1.
En el séptimo puesto del análisis global aparece la Usal, con un índice de 1, mientras que las instituciones de Valladolid y León están uno por detrás, con el 0,9, al igual que las universidades de Mondragon, Cádiz, Huelva, Jaén y San Pablo-CEU. En el último lugar del U-Ranking aparece las de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria y La Laguna), Castilla-La Mancha y Extremadura, junto a otros centros privados, con un índice del 0,8.
La edición del U-Ranking destaca las “relevantes” diferencias en rendimiento entre universidades, ya que el nivel del indicador en las instituciones con mejores resultados triplica al de las de menor calificación (1,7 frente al 0,6). Hace hincapié en la disparidad de resultados a nivel regional. No en vano, precisa que Cataluña, Cantabria, Valencia, Madrid, Navarra, Baleares y Aragón cuentan con sistemas universitarios “más productivos”, con niveles medios de rendimiento superiores al conjunto de España. Y es que, según el estudio, las diferencias de rendimiento entre los sistemas universitarios regionales son “grandes”, con hasta 44 puntos porcentuales entre la comunidad autónoma con mejor y peor resultado.
Los sistemas universitarios más potentes son el catalán (que incluye diez universidades en el U-Ranking) y el cántabro (una sola institución) que obtienen índices de rendimiento situados un 18 y un 17 por ciento, respectivamente, por encima de la media. A continuación, aparecen Valencia (+6 por ciento), Madrid y Navarra (+4 por ciento), Baleares (+3 por ciento) y Aragón (2 por ciento). Por su parte, el sistema gallego está en la media nacional.
Entre los modelos universitarios con rendimientos situados por debajo de la media, el estudio sitúa a los que la distancia no supera el 10 por ciento como País Vasco, Andalucía y La Rioja; otros en torno a ese porcentaje como Castilla y León (con sus cuatro instituciones), Murcia y Asturias. Por último, Extremadura, Canarias y Castilla-La Mancha son los que se alejan más de un 20 por ciento.
El dato positivo para el sistema superior de Castilla y León es que los resultados obtenidos en el U-Ranking de 2019 aumentan tres puntos porcentuales respecto al del año pasado, al pasar del índice 87 al 90. Es el único crecimiento junto a Asturias, mientras que hay un descenso relativo de Cataluña (aunque sigue a la cabeza), Valencia (mantiene el tercer puesto) y Murcia.
La UBU repite como la universidad de Castilla y León que obtiene la mejor valoración en actividades de innovación y desarrollo tecnológico, aunque muy lejos de las instituciones punteras del país. No en vano, Burgos obtiene el ránking 9, con un índice del 1,5, frente al primer lugar que logra la Carlos III, con un 3,4. Es decir, casi tres veces menos. Peor aún están la UVA (puesto 12 y un valor de 1,2); la de Salamanca (puesto 14 y un uno) y la ULE (18, con un índice del 0,6).
En cuanto a los resultados en el ámbito de la investigación, las universidades de León y Salamanca se sitúan a la cabeza de la comunidad, pero en el noveno puesto a nivel nacional, con un índice del uno, frente a la calificación que obtiene la Pompeu Fabra, con un 2,4. Valladolid y Burgos se sitúan en la cola del ranking, en el décimo lugar con un 0,9, al igual que las universidades de Alicante, Cádiz, Castilla-La Mancha, Málaga, Navarra y Rey Juan Carlos, entre otras.
El análisis también hace referencia a los resultados de docencia, donde también destaca la UBU pese a estar en el cuarto lugar, con un índice del 1,1. Un listado que encabeza Navarra, con un 1,4. La Universidad de Salamanca logra el quinto puesto con un uno mientras que la ULE y la UVA se sitúan en sexta posición, con un 0,9.
Abandono de estudios
El ranking elaborado por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) y consultado por Ical analiza en esta ocasión el abandono de los estudios, con la conclusión de que “España no aprovecha adecuadamente el esfuerzo público y privado realizado en educación superior”. No en vano, recuerda que uno de cada tres alumnos no finaliza el grado en que se matriculó, puesto que un 21 por ciento abandona la universidad sin obtener un título y otro 12 por ciento cambia de estudios.
Unos números que los autores del estudios cuantifican este fracaso en 974 millones de euros al año. Como norma general, precisan que el abandono se concentra en el primer año de estudios, por lo que el estudiante percibe “con cierta rapidez” si su elección ha sido o no acertada. También tiene lugar en cursos posteriores, lo que “prolonga el consumo de recursos desaprovechados”. En este sentido, los autores del informe demandan sistemas de tutorización, ‘mentoring’ u orientación durante los estudios para disminuir estas cifras.
El abandono es mayor en titulaciones técnicas y científicas, un dato “preocupante” por la necesidad “creciente” de titulados STEM (ramas de Ciencia, Tecnología , Ingeniería y Matemáticas) para hacer frente a las demandas del tejido productivo para adaptarse a la digitalización.
U-Ranking recoge que el problema del abandono afecta a todas las universidades, aunque con “desigual intensidad”. De esta manera, las universidades privadas registran las menores tasas de abandono de grado en el conjunto. Se traduce en que solo cinco de las 20 primeras instituciones en esta clasificación son públicas. Y de ellas, dos son de la Comunidad como las universidades de León y Salamanca, junto a la Pablo Olavide, Rey Juan Carlos y Valencia. También presentan buenas cifras las de Burgos y Valladolid así como la Pontificia de Salamanca.
Castilla y León es la región con las tasas más bajas de abandono de grado (19,6 por ciento frente a la media del sistema universitario del 26,5) y de estudios universitarios (9,9 por ciento frente al 14,3 nacional). El estudio recuerda que la Comunidad es la que obtiene mejores resultados en el informe PISA, lo que indica que las competencias de sus egresados de la formación obligatoria son mayores, una circunstancia que favorece el rendimiento académico en etapas posteriores y, por tanto, reduce el abandono.