"La violencia de género es una amenaza permanente"

El presidente de Amnistía Internacional en España propone al Ayuntamiento de León un centro 24 horas de apoyo a víctimas

Sergio Jorge
10/10/2018
 Actualizado a 15/09/2019
El presidente de Amnistía Internacional en España, Esteban Beltrán, este martes en León. | MAURICIO PEÑA
El presidente de Amnistía Internacional en España, Esteban Beltrán, este martes en León. | MAURICIO PEÑA
El presidente de Amnistía Internacional en España, Esteban Beltrán, aprovechó su estancia este martes en León para presentar ante el Ayuntamiento de la capital varias propuestas de concienciación social, pero sobre todo de posible ejecución en la ciudad, para proteger a diferentes colectivos. Entre estos proyectos destaca la iniciativa de crear un centro de atención 24 horas a mujeres víctimas de violencia de género. Se trata de una idea en la que ya se está trabajando en Madrid, pero que permitiría a León ser un enclave «pionero» en la puesta en práctica de un servicio que podría ser utilizado por cientos de leonesas en la provincia. «La violencia de género es una amenaza permanente, resaltó. De hecho, Beltrán explicó que son cerca de 5.000 las mujeres que han sido víctimas de violencia de género en León, de las que 500 están en riesgo, según los datos que maneja Amnistía Internacional. Por eso el responsable de AI hizo hincapié en la necesidad de crear este tipo de centros, ya que «la amenaza no tiene horarios» y un servicio así permitiría ayudar a las personas en esta situación «cuando la administración no está», en especial en los momentos en los que la víctima está sola o vive en entornos rurales con menos capacidad para buscar ayuda.

Y no solo se pretende que el Ayuntamiento de León ponga en marcha esta iniciativa, sino también formar a los funcionarios en la lucha contra la violencia sexual, puesto que según denunció Beltrán, se trata de un problema «oculto, del que no hay cifras», de ahí que AI tenga previsto presentar en próximas fechas un estudio sobre acosos, abusos y agresiones a las mujeres, «normalmente fuera de la pareja», aunque también en este ámbito.

Beltrán resaltó que «es importante que se evalúe el riesgo que hay y se pueda proteger a las mujeres».

Otra de las cuestiones que se trató en la reunión con el alcalde de León, Antonio Silván, y donde sí recibieron una respuesta positiva de inmediato, es que la ciudad colaborará en la iniciativa de ‘Ciudades por la vida / Ciudades contra la pena de muerte’, que celebra su jornada de reivindicación el próximo 30 de noviembre, y que tendrá por tanto algún tipo de distintivo en el Consistorio en este sentido. «Estamos cerca de ganar la batalla contra la pena de muerte, porque hace 60 años estábamos en 16 países que habían abolido la pena de muerte, y hoy en 145», resaltó Beltrán, que recordó que hay tres españoles condenados (en Egipto, Tailandia y EEUU).

La tercera iniciativa de Amnistía Internacional para el Ayuntamiento de León fue la propuesta para que trasladara al Gobierno la negativa a la venta de armas a Arabia Saudí. Según recordó el presidente de AI, «está prohibido por una ley de 2007 y por un acuerdo internacional que se envíen armas a países que las utilizan contra la población civil», en especial «contra niños, de ahí que considere que sea motivo principal para evitar que España siga exportando «bombas» al país árabe. «La gente habla del problema social y económico en los astilleros de Ferrol y, sobre todo, de Cádiz, en una zona muy deprimida, pero yo hablo de bombas», incidió Beltrán, que remarcó que el país es la séptima potencia mundial en esta industria, pero la cuarta en envío a Arabia.

Beltrán también quiso saber la situación de los refugiados en León, ya que en muchas partes de España, las personas que han llegado tras ser perseguidas en sus países de origen, se encuentran con que a los seis meses «se quedan sin ayudas en lo que se confirma el permiso de asilo, por lo que al final se quedan en la calle». Por eso, se solicitó al Ayuntamiento un informe sobre el estado de los 220 que llegaron a León para así cerciorarse de cómo ha evolucionado la situación. Eso sí, incidió en que el mantenimiento de la atención a este colectivo «es responsabilidad del Estado», más allá de que organizaciones como la propia Amnistía Internacional o Accem ejerzan esta labor.

'La jodida intensidad de vivir'

La presencia del presidente de Amnistía Internacional en León estos días tiene una triple misión. Por un lado, este martes se entrevistó con el alcalde de León, Antonio Silván, pero por la tarde se trasladó al Musac para asistir a la proyección del documental ‘Grietas’, tras la que participó en una mesa redonda junto al director del museo, Manuel Olveira, y el presidente del Colegio de Abogados de León, Fernando Rodríguez Santocildes.

La segunda parte de la visita iba a ser este miércoles en la otra vertiente de Beltrán, sin duda la más personal. Y es que a las 20:30 horas tenía previsto presentar (el acto ha sido cancelado finalmente) en la librería Sputnik ‘La jodida intensidad de vivir’, su segunda obra, en la que reconoce que desnuda sus sentimientos para mostrar muchas de las vivencias que ha experimentado en el pasado, marcadas por «el dolor de una ruptura de una relación, la muerte de una persona muy querida y la agonía junto a otra persona durante seis meses». «Todo esto tiene que ver con muerte, amor, soledad, locura, suicidio... todo junto, y todo provoca que escribiera de madrugada de forma irremediable», detalló Beltrán, quien empezó a formar esta obra en la que se entremezcla la poesía y la novela «sin pensar en hacer un libro ni tampoco en lectores».

No duda en que «la gente puede identificar parte de su vida» en ‘La jodida intensidad de vivir’, que ha sido presentado ya en 16 ciudades, tres de ellas en Sudamérica, ya que el autor vivió allí y parte de la historia que exhibe se desarrolla precisamente en Montevideo.

Beltrán explicó a este periódico que se trata de un libro «descarnado», en el que el propio autor «explora una parte de la vida tan dolorosa con autenticidad». De hecho, resaltó que quiere «encontrar lo auténtico en este libro, o al menos la ilusión de ello», a la vez que se incluye «un elemento de belleza, porque te reconcilia con las cosas».

«Uno escribe cosas en soledad, porque nunca pensé en escribir un libro», destacó el autor, para el que está claro que «quién no ha vivido estas cosas, sobre todo cuando uno tiene esta edad, porque al cumplir 55 años la vida ya no es circular, no todo se repite, ya que las últimas oportunidades se convierten en últimas voluntades».

Beltrán aseguró también sobre esta obra tan intimista que «es difícil de verse a sí mismo, porque uno encuentra en sí mismo lo mejor y lo peor de la persona». «No todo es engrandecedor en sí mismo, pero la autenticidad te reconcilia consigo mismo», agregó el autor, que mostrará así su faceta más personal.
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