"Las asociaciones de inmigrantes estamos infrautilizadas en León"

Desde los gobiernos de Amilivia hasta el de Emilio Gutiérrez, más de una década demandando la cesión de un local, un espacio integrador en el que puedan ubicarse todas las asociaciones de inmigrantes de la provincia, una petición que, a día de hoy, continúa sin respuesta. Tienen acentos diferentes, costumbres distintas, incluso colores de piel variados, pero un único objetivo, seguir prestando en León el servicio que prestan para sus compatriotas, y también para los propios leoneses, recalcan, pues desarrollan actividades dirigidas a la población en general que contribuyen a esa integración de la que tanto se escucha hablar en política.

Ponen voz y rostro a la reivindicación Marta Frederick, de la Asociación Cubana Leonesa; Jhovany Rojas, de la Asociación amigos de Colombia MIRA; Moustapha Faye, de la Asociación de inmigrantes senegaleses en León, y Pricila Farias, de la Asociación Cultural Brasileira de León, pero hablan en nombre de muchas más que, por diversas circunstancias, no podía estar esa tarde, como el colectivo hispano-marroquí, el dominicano, los Amigos de rusia o la Casa de Argentina en León.

"Son muchos años de escuchar buenas palabras, pero no ver resultados, nos han llegado a proponer sitios, que si las antiguas escuelas, que el CHF... pero nada, seguimos sin tener ese espacio. Como asociaciones de inmigrantes nos vemos un poco abandonados, no nos dan la importancia que tenemos dentro de la sociedad leonesa", y ponen sobre la mesa el amplio abanico de actividades que desarrollan desde los distintos colectivos abiertas a toda la población. Además, por supuesto, "de ser el primer contacto del inmigrante que llega a León". Pero es no tienen ni dónde recibirle, porque afectadas, como todos, por la crisis, y sin subvenciones desde 2011, han tenido que ir dejando, en su mayoría, los locales que, en el mejor de los casos pudieron alquilar. "No queremos un local para cada asociación; creemos que hay multitud de edificios infrautilizados en la ciudad donde se podría habilitar un centro de referencia de todas las asociaciones, nosotros estamos dispuestos a adecuarlo al uso y a administrarlo". Y añaden que se sienten discriminadas respecto a las asociaciones de vecinos que tienen a su disposición los Ceas.
No reciben ayudas y tampoco se les aplican, o no al menos en todos los casos, bonificaciones en las tasas por usar instalaciones públicas para eventos dirigidos a la ciudad, cuando se trata de asociaciones sin ánimo de lucro.

"Siempre estamos disponibles para lo que se nos pide, y es más, creemos que estamos infrautilizadas, tenemos muchos recursos que podrían beneficiar a la ciudad, pero cuando nosotros pedimos algo solemos encontrar trabas". Explican que podrían prestar labores de aseoramiento, orientación, arraigo... al extranjero, un trabajo que ya desempeñan pero sin organización y sin facilidad de acceso para el inmigrante que llega a León.

"Tenemos un enorme potencial –insisten–, y grandes recursos humanos", por lo que proponen servir de mediadores interculturales a través de la profesionalización de estas asociaciones de inmigrantes. No en vano, añaden, "hay en torno a 9.000 inmigrantes en León, a los que hay que añadir los nacionalizados".

Estos colectivos, recuerdan sirven para poder mantener las raíces, las culturas, las tradiciones... de sus países de origen, "como las Casas de León que hay fuera de la provincia y del país", por ello reclaman que se les otorgue el mismo trato que a éstas.

Además, la crisis económica también ha hecho mella desde un punto de vista de la discriminación. Consideran que las dificultades económicas han supuesto un retroceso en la integración por lo que piden que se trabaje la sensibilización.