Las cabinas de teléfono se descuelgan de la provincia

La compañía Telefónica ya no está obligada a mantener el teléfono de uso público, lo que conllevará que las 131 que aún resisten en León pasen pronto a la historia

T.G.
03/01/2022
 Actualizado a 03/01/2022
En la plaza del Espolón sobrevive una de las 131 cabinas de teléfono que quedan en León. | MAURICIO PEÑA
En la plaza del Espolón sobrevive una de las 131 cabinas de teléfono que quedan en León. | MAURICIO PEÑA
Las cabinas de teléfono se han convertido en parte del mobiliario urbano, y también del rural pues hay pueblos donde todavía resisten. Pocos se acercan a ellas para descolgarlas, meter dinero en la ranura y dar un mensaje rápido al interlocutor antes del pitido que anuncia que el final de la llamada está próximo. Aquello de buscar una cabina para dar una noticia de última hora o para contar algún que otro secreto, ya pasó a la historia. Ahora han quedado relegadas a tablones de anuncios y al objetivo de vándalos, de ahí que muchas de las que quedan en la ciudad de León ni funcionan. Concretamente en la provincia siguen instaladas 131, pero poco a poco irán desapareciendo de las calles, según los planes de la compañía Telefónica que se encarga del servicio. Ahora, que para hablar por teléfono por la calle bastan unos auriculares inalámbricos y ni siquiera tenemos que llevar en la mano el aparato, las cabinas se ‘descuelgan’ de la provincia tras caer en desuso con el auge de la telefonía móvil y con la generalización de las tarifas planas instauradas por los operadores.

La desaparición de las cabinas se producirá a nivel nacional de acuerdo con la Disposición Transitoria Novena del anteproyecto de Ley general de Telecomunicaciones. De este modo, la compañía comenzará a retirar paulatinamente todas las cabinas del país siete años antes de que estas cumplan su primer centenario, según ha recogido Europa Press. En España, al cierre de 2020, entre las 14.824 cabinas de teléfono se registraron una media 0,17 llamadas al día, lo que se traduce en una llamada semanal de promedio.  Los datos revelan que el uso de las cabinas ha entrado en declive durante los últimos años. De hecho, las 0,17 llamadas al día registradas a cierre de 2020 suponen reducir a más de la mitad la media que se había contabilizado hace poco más de dos años, cuando se registraban 0,37 llamadas diarias, es decir, un uso cada tres días, según datos de Telefónica.

La explicación de estos datos está relacionada con la irrupción de la telefonía móvil, que ha sido la causa principal de la caída en desuso de estas estructuras. Ya en 2006 se registraron más líneas de teléfonos móviles que habitantes. Más del 88% de la población reconoce no haber usado nunca una cabina, que hace muchos años desaparecieron en países vecinos a España, según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que hacen referencia a datos del Eurobarómetro 2014.

Telefónica es el operador que está obligado a mantener este servicio tras un concurso convocado por el Ministerio de Asuntos Económicos y de Transformación Digital y que habitualmente queda desierto, ya que ningún operador puja por este servicio.

En el conjunto de Castilla y León desaparecerán 738 cabinas telefónicas a lo largo del recién estrenado 2022 y en España retirarán 14.824 después de que estas hayan dejado de ser un servicio universal obligatorio. En algunas ciudades han propuesto mantenerlas con iniciativas como puntos de recarga de móviles o pequeños puntos de intercambio de libros, como recuerdos a la memoria de esos teléfonos que tantas veces se descolgaron y que tanto escucharon. La memoria de lo que no se llegó a decir antes del pitido final.

La historia de las cabinas


La primera cabina telefónica en España se instaló en 1928, a finales de los años 20 en la caseta del Viena Park, actualmente denominado como Florida Park, en el parque de El Retiro de Madrid. Se trataba de un aparato que estaba emplazado dentro de un cajetín que se abría para acceder al teléfono.

Este modelo de cabina no era el concepto de la que se dio a conocer años más tarde, pero no necesitaba que una operadora estuviera delante del teléfono y controlara la extensión de la llamada. Sin embargo, la primera cabina telefónica que cumplía dicha función se instaló en España en el año 1963. Pocos años después, en el 66, llegaron a la provincia de León y ahora les llega la jubilación, la última llamada.  
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