Y no será con la denominación y contenido que se le iba a dar cuando en 2004 se empezó a gestar en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, sino que será un Centro de Atención a Personas en situación de Dependencia, que dependerá del Imserso y que tendrá como objetivo la atención a este colectivo, en concreto para los mayores de 45 años que tengan algún tipo de discapacidad intelectualidad.
Atrás quedan años de obras postergadas, de promesas, de inauguraciones fallidas, de amueblar el edificio y, en definitiva, de un centro que lleva meses cerrado sin que el departamento de Alfonso Alonso, el último en llegar, se decidiera a ponerlo en valor.
Hasta que han llegado las elecciones generales, en las que el PP se juega seguir gobernando con mayoría absoluta como hasta ahora, y por eso Sanidad quiere dejar encauzado el funcionamiento el nuevo CRE antes del 20D.
Cambio de rumbo
Todo comienza en 2004 con Zapatero, pero no es hasta 2008 cuando se adjudican las obras, aunque reduciendo sensiblemente la inversión prevista, que pasó de 20 a 4,3 millones de euros. Se inicia entonces la ejecución del edificio con un plazo de 14 meses, pero la entrada en concurso de acreedores de Begar, la empresa constructora propiedad del imputado en la operación Gürtel José Luis Ulibarri paraliza todo el proceso. Una nueva adjudicación 15 meses después a Ezentis Infraestructuras permite que las obras pudieran finalizar a principios de 2011.
Pero durante ese ejercicio no se culmina del todo el edificio, ya que los remates finales se terminan en 2012. La tranquilidad con que el Ministerio de Sanidad acometió la finalización de las obras se traduce en que a lo largo de 2013 se amuebla, y no es hasta el 20 de junio de 2015, dos años después, cuando se publica en el BOE la nueva función de la Ciudad del Mayor, una denominación que ahora el Imserso pretende desterrar a fin de borrar el originario proyecto de Zapatero y también su concepción inicial.
También cambia el modelo, puesto que durante este mes se publicará la licitación del contrato al que optarán las empresas que quieran gestionar el CREde Atención a Personas en situación de Dependencia.
Serán en total 30 plazas de día y otras tantas en régimen de ambulatorio las que dispondrá este centro, en donde se darán "servicios de promoción de la autonomía personal y la autodeterminación, que incluyen atención sociosanitaria, cuidados de la salud, atención social, atención psicológica y terapia ocupacional", según se explica en la orden publicada en el BOE.
También se establece que la estancia máxima en el centro será de 18 meses, aunque se podría prolongar de forma excepcional, y las solicitudes para entrar en el CRE tendrán que ser por medio del Imserso.
Pero hasta que esté definitivamente en marcha no hay fechas aún, ya que se tendrá que adjudicar el contrato, la empresa tendrá que tomar el control del centro y, todo ello, si el nuevo gobierno que salga tras el 20-D da su visto bueno.