Acompañada por la delegada territorial de la Junta, Ester Muñoz, y por el arquitecto responsable del proyecto, Fernando Liébana (Urbaq), Paredes ha defendido que la colocación de una marquesina que cubra la acera de la calle Sancho el Gordo es "la mejor solución posible" para favorecer la intermodalidad entre ambas terminales, ya que existen como principales condicionantes el aparcamiento de Adif y las dos vías de tren que llegan en superficie hasta la avenida de Palencia. Además, ha admitido que son "muy pocos viajeros" los que hacen habitualmente el tránsito entre las dos estaciones para bajar de un autobús y subirse a un tren o viceversa.
La directora general de Transportes ha recordado que las reuniones para proyectar esta solución de intermodalidad comenzaron en 2009 con el Ayuntamiento de León y con Adif y que en ningún momento se puso sobre la mesa ninguna otra alternativa a la propuesta que la Junta ha puesto sobre la mesa. Tal habría sido el caso, por ejemplo, de reducir el tamaño del aparcamiento de pago propiedad de Adif en lugar de suprimir la hilera de uso libre que hay en la calle Sancho el Gordo para poder ampliar la acera. En este sentido, ha recordado que la Junta solo es titular de la estación de autobuses y que no tiene competencia ni en la de trenes, ni en el parking de Adif, ni en el entorno urbano (el Ayuntamiento tuvo que ceder el espacio a la Junta el pasado viernes para poder impulsar la licitación de un proyecto que cuenta con un plazo de ejecución de seis meses). "Pese a todo, hemos ofrecido un proyecto de mejora de la ciudad que supone una peculiaridad con respecto al resto de actuaciones que estamos llevando a cabo en las estaciones de autobuses del resto de la comunidad y que solo afectan al edificio que es de nuestra competencia", ha defendido la directora general.
Con el citado aparcamiento y las vías en superficie, Paredes considera que la única opción es mejorar la accesibilidad y la confortabilidad del recorrido de los viajeros que vayan entre dos estaciones separadas por 300 metros de distancia. Por su parte, el arquitecto responsable del proyecto ha reconocido que las posibilidades son "muy limitadas" y que se ha tratado de marcar un itinerario "accesible y reconocible" para los viajeros. Se partía de una acera "muy estrecha" y con "baldosas de botones" que generaban un importante traqueteo con el paso de las ruedas de las maletas y ahora se va a apostar por ensancharla con un pavimento listo que siga la imagen tanto de la remodelación de la estación de autobuses como del entorno de la de trenes, cuyo proyecto también es obra de Liébana.El proyecto también incluye la habilitación de un acceso peatonal al parking de Adif próximo a la estación de autobuses por si los viajeros quisieran utilizarlo para dejar sus vehículos. Además, la marquesina elevará su altura en las salidas de vehículos de dicho parking.
La acera se cubrirá con una marquesina compuesta por costillas metálicas situadas en dos niveles para "evitar el efecto tubo" y que contará con señales de información para los viajeros (y canalizaciones por si en algún momento Adif o la Junta quieren instalar pantallas de mensaje variable) e iluminación lineal propia para "favorecer la seguridad de los viajeros en horario nocturno", según ha detallado el arquitecto.
Liébana ha insistido finalmente es que se trata de la única opción viable, puesto que, además de la presencia del aparcamiento y las vías en superficie, todos los viajeros tienen que entrar y salir de las estaciones por un punto concreto para proceder a su contabilización por cuestiones de seguridad. "Eso es un condicionante inevitable e impide cualquier otra alternativa, salvo que cambiemos una de las estaciones de sitio", ha concluido el arquitecto.