Las labores de desmantelamiento de la térmica de La Robla están ya al 50%

Con una inversión de 12,9 millones de euros, tiene como objeto eliminar las actuales estructuras y adecuar los terrenos desde el punto de vista ambiental

E. Niño
06/05/2022
 Actualizado a 06/05/2022
Naturgy prevé demoler la chimenea este mismo año. | MAURICIO PEÑA
Naturgy prevé demoler la chimenea este mismo año. | MAURICIO PEÑA
El proyecto para el desmantelamiento de la central térmica de La Robla fue presentado en junio de 2019 ante el Ministerio de Transición Ecológica y se optó por una demolición selectiva, que permite rentabilizar en lo posible los materiales susceptibles de reciclaje y genera un menor impacto ambiental que el que produce una demolición convencional, según se explicó desde Naturgy a través de un comunicado de prensa.

Con una inversión de 12,9 millones de euros, el objetivo es hacer desaparecer las actuales instalaciones y dejar los terrenos adecuados desde el punto de vista ambiental, unas obras que están siendo llevadas a cabo por la empresa vasca Lezama Demoliciones. Esta actividad da empleo a alrededor de 90 personas, que han completado más de 140.000 horas de trabajo.

Hasta la fecha, se ha realizado prácticamente el 50% de los trabajos programados para el desmantelamiento. Entre los equipos ya desguazados se encuentran parte de las turbinas y alternadores que generaban la energía eléctrica y los transformadores que conectaban la central con la red eléctrica de transporte. También han desaparecido las cintas que transportaban el carbón desde el parque de almacenamiento a las tolvas para su consumo en las calderas, así como parte de los conductos de humos que conectaban estas con las chimeneas. Hoy se han demolido las torres de refrigeración y la previsión es que la voladura de la chimenea sea también este mismo año.

En la demolición de la térmica se generarán más de 156.000 toneladas de residuos, de las que cerca de 88.000 (un 56%, hormigón con el que se construyeron las instalaciones) se reutilizarán en el relleno de balsas de decantación, fosos y sótanos que existen en las instalaciones, a fin de conseguir una parcela nivelada, y otras 68.700 se expedirán para su valorización o eliminación por parte de gestores autorizados.

La central térmica de La Robla cesó su actividad en julio de 2020, después de 50 años de funcionamiento. Construida en 1970, llegó a emplear a 300 trabajadores en la época de mayor rendimiento.
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