Las obras de protección contra inundaciones en el Selmo se retrasan dos años

La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHM-S) y el Ayuntamiento berciano de Sobrado acordaron modificar los plazos de ejecución de las obras de acondicionamiento de las márgenes del río Selmo, a su paso por la localidad de Friera, para proteger a esta población ante el riesgo de inundación por una avenida extraordinaria del río. Los trabajos, que inicialmente debían estar rematados antes del final de este año, dispondrán de una nueva fecha límite en 31 de diciembre de 2022, según recoge la edición de hoy del Boletín Oficial del Estado (BOE).

Pese a que el convenio firmado en diciembre de 2018 estimaba que la ejecución de las actuaciones se desarrollaría durante las anualidades de 2018 y 2019, el estado actual de las obras aporta “nuevos elementos de juicio a la hora de realizar una previsión de anualidades”, señalaron fuentes del organismo de cuenca. En ese sentido, a los cerca de 10.000 euros que la Confederación aportó en su presupuesto de 2018, se sumarán 370.000 más del presupuesto de 2020 y el proyecto se rematará con los 12.060 euros que la institución aportará en 2021, hasta un total de 392.000 euros. La aportación en la anualidad de 2019 quedará vacía, con el objetivo de “acomodar la financiación a la ejecución de las actuaciones”.

Cabe recordar que estas obras ya figuraban como una de las actuaciones programadas en el Plan Hidrológico Forestal y de Restauración de Cauces de Castilla y León, firmado en 2003, aunque los trabajos no llegaron a ejecutarse a causa de los retrasos en su tramitación ambiental, lo que provocó la pérdida de los fondos Feder correspondientes al período 2000-2006, necesarios para financiar el proyecto.

En 2015, Confederación y el Ayuntamiento de Sobrado dieron un nuevo impulso a las actuaciones, cuya tramitación se acerca al final, tras revisar y actualizar el proyecto para adecuarlo a los cambios de normativa. Sobre el terreno, los trabajos consisten en la limpieza y retirada de acarreos del río para uniformizar su pendiente longitudinal, así como la protección de sus márgenes con el objetivo de desaguar la avenida de 100 años de periodo de retorno. Se han proyectado además sendos colectores interceptores en ambas márgenes del río, que recogen los vertidos de saneamiento de las mismas y los conducen a una nueva Edar diseñada para 80 habitantes, también incluida en el proyecto.