La tendencia sigue la línea de lo iniciado a partir del 14 de marzo, cuando España y Castilla y León entraron en un confinamiento que, en un primer momento, sólo permitía los desplazamientos de aquellos trabajadores esenciales y autorizados. A partir de la entrada del país en las fases establecidas en la desescalada, poco a poco se fueron abriendo las puertas para los desplazamientos dentro de los mismos municipio y más tarde, dentro de las provincias.
En concreto, el consumo de gasóleo A, el más importante en términos absolutos en la comunidad, bajó un 44 por ciento, hasta las 85.820 toneladas; el de gasolina 95 menguó un 63,6 por ciento, con 8.171; y el 98, se desplomó un 67,7 por ciento, con sólo 490, estas dos últimas muy vinculadas a los transportes de turismos particulares. En España, la 95 se redujo un 57,4 por ciento, con 179.576 toneladas; mientras que el gasóleo A lo hizo un 39,5 por ciento, con 1,23 millones de toneladas.
Sin embargo, cabe destacar que el consumo de gasóleo B, el bonificado para labores agrícolas, se elevó durante el mes de mayo, en relación a 2019, un 22,2 por ciento, hasta un total de 55.185 toneladas; y el de gasóleo C, para calefacción, se incrementó un 15,8 por ciento, con 8.130 toneladas.
Los datos recogidos por Ical ponen en evidencia que el consumo global de gasolina 95 y gasóleo A, las más importantes, se redujo en todas las provincias de Castilla y León. Así, lo hizo en Ávila, un 47,8 por ciento, con 4.908 toneladas; en Burgos, un 49,6 por ciento, con 14.550 toneladas; en León, un 44 por ciento, con 16.760 toneladas; en Palencia, un 46,2 por ciento menos en global, con 5.995 toneladas en mayo; en Salamanca, un 45,9 por ciento menos, con 14.437; en Segovia, un 49,3 por ciento, con 6.010 toneladas; en Soria, un 44,7 por ciento, con 4.990; en Valladolid, un 49,2 por ciento, con 15.082; y en Zamora, un 40,6 por ciento, con 11.258 toneladas.
Bajan el B y la 95
Así, el consumo de gasóleo A se redujo en la provincia abulense (4.264 toneladas) un 45,1 por ciento; en la burgalesa (13.409), un 47,6 por ciento; en la leonesa (14.951), un 41,5 por ciento; en la palentina (5.452), un 42,9 por ciento menos; en la salmantina (13.462), un 43,7 por ciento; en la segoviana (5.471 toneladas), un 45,8 por ciento; en la soriana (4.677), un 42,3 por ciento; en la vallisoletana (13.451 toneladas), un 46,6 por ciento; y la zamorana (10.683), un 38,7 por ciento.
En cuanto a la gasolina 95, se contrajo su consumo en Ávila (644 toneladas), un 60,6 por ciento; en Burgos (1.141), un 65,5 por ciento; en León (1.809), un 58,4 por ciento; en Palencia (543 toneladas), un 66,3 por ciento; en Salamanca (975), un 65 por ciento; en Segovia (539), un 69,7 por ciento; en Soria (313), un 66,2 por ciento; en Valladolid (1.631), un 64 por ciento; y en Zamora (575), un 63 por ciento.