Las últimas lluvias obligan a retrasar la vendimia

La DO Tierra de León espera recoger un 15% más de uva

Teresa Giganto
15/09/2016
 Actualizado a 09/09/2019
Imagen de la vendimia en las cepas de Gordoncillo, una de las primeras en comenzar la recolección cada año. | TERESA GIGANTO
Imagen de la vendimia en las cepas de Gordoncillo, una de las primeras en comenzar la recolección cada año. | TERESA GIGANTO
Mientras que en muchas zonas de España las cuadrillas y las máquinas vendimiadoras ya están recolectando los primeros racimos de la vendimia, en el sur de León todavía habrá que esperar. Al menos una semana, o quizá dos. Todo dependerá del tiempo de los próximos días. Si vuelve el sol, las uvas acabarán antes la maduración. Si continúa lloviendo, llegarán los problemas. Por el momento todo parece indicar que la DO Tierra de León comenzará ya en pocos días la vendimia, una recolección que este año carrancará más tarde que el anterior pero que promete ser mucho más abundante queen campañas precedentes. Estiman un incremento del 15% de la uva recolectada con respecto a 2015 pero para hablar de una calidad concreta «aún es pronto» y las cualidades del mosto irán de la mano de la predicción meteorológica de los próximos días.

Tierra de León vendimiará este año «entorno a las 1.000 hectáreas», las primeras en las localidades ubicadas en el sur de la zona amparada por esta DO, concretamente Gordoncillo, Valderas y Mayorga (Valladolid), que a estas alturas del año pasado ya habían comenzado las tareas propias de la época. Las precipitaciones de estos dos últimos días han acentuado el atraso ya que el agua ha entrado en la uva y ahora serán necesarios unos días de sol para completar la maduración. «No ha llovido nada desde el verano y eso ha provocado que las uvas estén muy pequeñas, como perdigones, aunque hay más racimos que el año pasado probablemente no pesarán tanto», puntualiza González.

Esa falta de precipitaciones previa se ha visto interrumpida por las lluvias del martes que han provocado que «al estar la uva tan pequeña, con el agua caída aumenta su volumen y todos los parámetros que hay en ella se diluyen, lo cual hace que disminuya el azúcar y haya que esperar a que vuelva a arrancar la maduración y el agua lo convierta en azúcar otra vez», explica.

Por un lado reconoce que está bien el agua que ha caído, pero por otro ahora necesitan horas y de sol y de luz para completar la maduración y ver «cómo la planta asimila este agua». De no darse una condiciones adecuadas, comenzarán los problemas y ya no solo de maduración, si no de enfermedades que atacan el producto llegando a pudrirle por exceso de peso de la uva con se consecuente rotura. De la previsión depende entonces la fecha en la que comenzará este año la vendimia pero sobre todo la cantidad y la calidad de lo recolectado. Las primeras en recogerse serán las de los destinadas para elaborar vinos rosados, a continuación las que son la base de los vinos blancos y por último se recogerán aquellos racimos que las bodegas destinen para sus tintos aprovechando así que estas estén más maduras y posteriormente tengan más grados, pero claro, para eso se necesitan unas temperaturas ideales.
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